Buenos Aires — La Argentina necesita estabilidad cambiaria para combatir la inflación, mientras que las devaluaciones solo han generado transferencias de riqueza sin resolver los problemas estructurales de competitividad del país, según Fernando Marengo, economista jefe de BlackTORO Global Investments, una gestora de fondos con sede en Miami, fundada por argentinos y que administra aproximadamente US$350 millones.
El economista, cercano a Ricardo Arriazu, uno de los que más escucha el presidente Javier Milei, también apuntó en conversación con Bloomberg Línea a un “error de diagnóstico” del presidente estadounidense Donald Trump sobre el déficit comercial. “Trump dice que el resto del mundo se beneficia de Estados Unidos, pero el déficit externo estadounidense está motivado en parte por el déficit fiscal y por la demanda global de dólares como moneda transaccional”, afirmó Marengo.
Con respecto al crawling peg del 1% mensual que determina el valor del peso argentino frente al dólar, el experto dejó entrever que sería un error pasar a una devaluación mayor después del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Eso mismo dijo Arriazu en una charla que ofreció a clientes del Banco Galicia la semana pasada.
“La tasa de devaluación de Argentina en los últimos 70 años fue 25.000 billones por ciento. Y seguimos pensando que la devaluación va a generar competitividad”, dijo Marengo. “A pesar de todas las devaluaciones que sufrió Argentina, seguimos con un problema de competitividad.”
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Marengo argumentó, en ese sentido, que cualquier ventaja que obtienen los sectores exportadores tras una devaluación es solo temporal, ya que eventualmente esa devaluación se traduce en mayores precios internos.
“La devaluación te genera de corto plazo una reducción de costos. ¿Hasta cuándo? Hasta que la devaluación pasa a precios”, explicó. “Una vez que la devaluación pasa a precios, terminas perdiendo esa competitividad artificial que ganas y vuelves a la situación anterior.”
Y agregó: “Claramente para bajar la tasa de inflación tiene que tener un tipo de cambio relativamente estable; eso genera desafíos, pero hay que solucionarlos: no son suficientemente graves como para tener que ir a la opción de devaluar”.
Lo que sí logra una devaluación, según el economista, es una redistribución de recursos de unos sectores a otros. “En realidad lo que te genera es una transferencia de riqueza fenomenal. ¿De quién a quién? Del ahorrista en pesos al sector que está endeudado en pesos”, señaló.
Esta dinámica recurrente en la historia económica argentina ha tenido consecuencias graves, provocando una situación en donde no hay “sistema financiero y no hay crédito”, afirmó Marengo.
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Política monetaria e inflación en Argentina
En cuanto a la gestión de la política monetaria para contener la inflación, el economista de BlackTORO explicó que un banco central puede manejar tres variables principales: la cantidad de dinero, la tasa de interés o el tipo de cambio.
“Cada país decide cuál variable utilizar. ¿En base a qué? A cuál es la variable más relevante para controlar el nivel de precios”, dijo. “Personalmente, creo que la más relevante en el caso argentino es el tipo de cambio. Con lo cual, la forma de implementar la política monetaria en Argentina tiene que ser con estabilidad del tipo de cambio.”
El economista señaló que la volatilidad cambiaria de las últimas semanas ha generado incertidumbre que se traduce en precios más altos y menor actividad económica. “Si uno le pregunta a alguien del sector importador a qué precio vendería ahora la mercadería, seguramente que es más alto al de hace un mes atrás. ¿Por qué? Por la incertidumbre cambiaria”, explicó.
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Tensiones en el mercado por el FMI
La entrevista tuvo lugar en un momento de especulaciones sobre posibles cambios en el esquema cambiario argentino, a raíz de la postergación del anuncio de un nuevo acuerdo con el FMI.
“El gobierno anunció el 12 de diciembre del 23 la doble ancla: superávit fiscal y estabilidad del tipo de cambio”, recordó Marengo. “En cuanto a la postergación en dar a conocer un acuerdo con el FMI claramente no debe haber una discusión de política fiscal, así que la discusión debe ser política monetaria cambiaria.”
Para el economista, si el FMI está presionando por modificar el actual esquema cambiario, “en el caso de Argentina, una devaluación sería una locura. ¿Por qué? Porque pasaría a inflación y te quedas sin programa antiinflacionario, sin programa económico, en un gobierno que puso una fuerte expectativa en la reducción de inflación como eje su programa de gobierno.”
Bandas cambiarias
Consultado sobre la posibilidad de que Argentina adopte un sistema de bandas cambiarias, Marengo se muestra escéptico. “La pregunta es, si vamos a un esquema de banda cambiaria, ¿cuál es la pendiente de la banda? ¿Cuál es el ancho de la banda? Y si podés defender a ultranza la banda superior.”
El economista advierte que las bandas cambiarias pueden generar sus propios problemas. “Si vos te vas a un esquema de banda, en el momento que el tipo de cambio se va a la banda inferior, el mercado ya sabe que solamente puede ir para arriba el tipo de cambio”, explicó, generando un “moral hazard” o riesgo moral diferente.
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Argentina en el nuevo mundo de los aranceles
En cuanto al escenario internacional, Marengo analizó el impacto potencial de un retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su política proteccionista sobre el comercio exterior de la Argentina.
“Cuando uno ve el gobierno anterior de Trump que puso aranceles, por ejemplo, China respondió reduciendo la importación de derivados de la soja desde Estados Unidos... ahí nos vimos beneficiados porque subió el precio de la soja”, recordó el economista.
Sin embargo, consideró que a nivel agregado el impacto sería negativo para Argentina, aunque “puede haber sectores puntuales que se vean beneficiados.”
Marengo cree que Argentina debería buscar “el mayor tratado de libre comercio con la mayor cantidad de países del mundo, tipo lo que hizo Chile, donde se especializó en la producción de cobre, madera, salmón, y el resto se lo compra al resto del mundo.”
Respecto a la protección contra la competencia desleal, el economista sostiene que para una economía pequeña como la argentina, cerrarse al mundo es muy costoso. “Siempre cerrar la economía, si argumentas que uno se está defendiendo contra el invasor extranjero, en realidad lo que está haciendo es una transferencia de recursos del consumidor local al productor local.”
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Recomendaciones de inversión en un entorno volátil
En una presentación para clientes que realizó junto a Matthew Beem en el Sofitel de Buenos Aires el miércoles último, Marengo compartió estrategias para navegar el actual entorno de mercado internacional, caracterizado por una alta incertidumbre.
“La volatilidad a veces puede ser tu aliada. Cuando el mercado no sabe qué hacer, hay descolocaciones en el mercado”, señaló Beem, explicando que esto crea oportunidades tanto en el corto como en el largo plazo.
Entre las recomendaciones de BlackTORO destacan cuatro estrategias principales: mantener altos niveles de efectivo para aprovechar oportunidades de compra en momentos de caída; considerar al oro como activo refugio, respaldado por la creciente demanda de bancos centrales; vender volatilidad a través de opciones; y adoptar una postura defensiva dentro de cada clase de activo.
“Ser defensivo dentro de cada clase activa, por ejemplo en renta fija, queremos ser defensivos en renta fija, grave inversión, corto plazo, no extender duración, no deteriorar el riesgo crediticio”, explicó Beem sobre la estrategia que están implementando.
En cuanto a mercados emergentes, además de las oportunidades en Argentina debido a su superávit fiscal único en la región, el equipo de BlackTORO destacó el atractivo de Corea del Sur en renta variable, “un proveedor también de armamentos y aliado de los Estados Unidos y de Europa”.
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Posición única de Argentina entre emergentes
En su presentación con Beem, Marengo destacó la singular posición de Argentina en el actual contexto global de mercados emergentes.
“Dentro de emergentes, si uno ve el contexto global, el mundo en el mejor de los casos va a crecer un poco menos que el año pasado y si hay una guerra comercial puede tener un serio problema de actividad económica”, explicó Marengo.
Según el economista, el contexto global para economías emergentes es “entre neutro y negativo”, con tasas de interés en economías desarrolladas que no bajarán rápidamente y un dólar que podría mantenerse fuerte, lo que atenta contra el precio de materias primas.
“En la posición de superávit externo y fiscal aparece de manera inédita Argentina, que tiene superávit tanto fiscal como externo, pero con un nivel de reservas netas negativas”, destacó Marengo, contrastando con la situación de Brasil, que presenta “desequilibrio fiscal y externo, pero muchas reservas”.
El economista señaló que aunque no se ve una “aluvión” de inversiones hacia Argentina, “claramente hay activos que comparando con otras regiones están muy baratos” y existe un creciente interés por entender qué está pasando en el país.