Milei desafía los pronósticos y el peso argentino se aprecia contra el dólar

La moneda cotiza en una cifra sorprendentemente baja para quienes pronosticaban que la eliminación de los controles cambiarios en Argentina provocaría una devaluación

Argentina lands 20 billion
Por Ignacio Olivera Doll
23 de abril, 2025 | 03:45 PM

Bloomberg — Los traders de Buenos Aires están empezando a creer en el objetivo del presidente Javier Milei de fortalecer la moneda argentina hasta alcanzar los 1.000 pesos por dólar, a pesar de que los economistas advierten que la tendencia podría invertirse en la segunda mitad del año, cuando la oferta de dólares tiende a agotarse.

La moneda cotiza ahora en torno a los 1.100 pesos por dólar. Se trata de una cifra sorprendentemente baja para quienes pronosticaban que la eliminación de los controles cambiarios en Argentina provocaría una devaluación.

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El peso flota ahora libremente entre 1.000 y 1.400 por dólar, un importante cambio de política anunciado como parte del nuevo programa de US$20.000 millones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional.

El Gobierno está tomando medidas para mantener el peso en el piso de las nuevas bandas de flotación”, afirmó Gabriel Caamaño, socio de la consultora local Outlier.

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Los analistas sostienen que una serie de señales del gobierno de Milei apuntan a un peso más fuerte en los próximos meses:

  • Nuevo objetivo: Milei afirmó en una entrevista radiofónica que el banco central no comprará ni un solo dólar hasta que el peso alcance los 1.000
  • Escasez de pesos: el banco central recortó drásticamente los préstamos en pesos a muy corto plazo a los bancos, lo que redujo la liquidez y limitó la demanda de dólares
  • Impuestos a las exportaciones: Milei también advirtió que la reducción de los impuestos a las exportaciones de materias primas será temporal y expirará en junio, tal y como estaba previsto, en un esfuerzo por acelerar las ventas al exterior y aumentar la oferta de dólares en el mercado cambiario local
  • Flujo de dólares: se reabrió el mercado de divisas a los inversores extranjeros dispuestos a comprometer capital durante al menos seis meses, aunque los inversores locales siguen estando restringidos

Flujos vs. fundamentos

Los inversores recibieron el mensaje de Milei. El tipo de cambio oficial a finales de abril se ha fortalecido hasta los 1.114 pesos por dólar en el mercado de futuros, desde los 1.200 de hace solo dos semanas. Los operadores ya no ven los 1.000 como un mínimo, sino como la próxima parada.

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Quienes dijeron que habría una devaluación esta semana deberían disculparse”, dijo el lunes el ministro de Economía, Luis Caputo, en una publicación en la red social X, para resaltar el rendimiento del peso por encima de lo esperado.

Pero lo que a primera vista podría parecer una victoria rotunda del gobierno sobre los especuladores de la devaluación, podría acabar siendo un caso clásico de “pan para hoy, hambre para mañana”, según algunos economistas. Esto se debe a que cada año en Argentina el flujo de dólares se ralentiza en la segunda mitad del año, dado que los exportadores de cereales vuelven a sembrar en lugar de vender sus cosechas al exterior.

Argentina soy crop

El peso se encuentra ahora en su nivel más fuerte, ajustado por inflación, desde que la expresidenta Cristina Kirchner impuso engorrosos controles cambiarios hace diez años para evitar una devaluación.

Los flujos financieros - los nuevos fondos del FMI y las exportaciones de cereales - que sostienen el peso en la actualidad son evidentes. Sin embargo, los fundamentos económicos reales a largo plazo - el crecimiento del empleo, la inversión extranjera y el gasto de capital - son menos tangibles, ya que el país está saliendo de dos años de contracción del producto interno bruto.

“Hoy en día, la apreciación del peso está impulsada por los flujos financieros”, afirma Guido Sandleris, profesor de la Universidad Johns Hopkins y exdirector del Banco Central de Argentina entre 2018 y 2019. “Pero este tipo de cambio más apreciado, que surge de un mercado libre, puede no ser compatible con los fundamentos reales que hacen sostenible la cuenta corriente”.

Nubes en el horizonte

Es probable que la fortaleza del peso reporte beneficios políticos a corto plazo al gobierno en un año en el que se enfrenta a elecciones legislativas, al mantener baja la inflación, una variable clave para la popularidad de Milei. Pero los analistas afirman que el presidente libertario también debería aprovechar el momento para acumular las mermadas reservas de divisas del banco central con el fin de amortiguar la volatilidad futura de la moneda.

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El banco central debería empezar a acumular reservas pronto, especialmente con el peso tan fuerte”, afirmó el economista del BBVA Alejandro Cuadrado en una entrevista. “Hay objetivos ambiciosos para la acumulación de reservas, y puede ser mejor comprar ahora que en la segunda mitad del año, con menos flujo de entrada”.

El gobierno debe acumular US$4.000 millones en reservas netas antes de finales de año y pagar la misma cantidad en vencimientos de deuda e intereses en julio, para cumplir con el programa del FMI. Y a nivel externo, una venta masiva sostenida en los mercados mundiales podría ejercer más presión sobre la moneda.

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Según Juan Manuel Pazos, economista jefe del bróker one618 con sede en Buenos Aires, un mercado cambiario equilibrado no será suficiente. “El programa exige encontrar un tipo de cambio en el que la oferta sea mayor a la demanda en unos US$8.000 millones de acá a fin de año”, afirmó.

Los dólares agrícolas, que están entrando con fuerza en el segundo trimestre, podrían agotarse en julio, y el capital extranjero podría revertirse una vez que expire el compromiso de mantenerlo en el país durante seis meses.

Por ahora, los inversores están embarcados. Pero los riesgos para el plan de Milei aún no desaparecieron.

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