Buenos Aires — El costo de los vehículos en Argentina suele ser significativamente más alto que en otros países de la región. El principal motivo, dicen desde el sector, es la elevada presión impositiva. Pese a ello, las perspectivas para el año próximo son positivas, dadas las últimas señales del Gobierno de Javier Milei con relación al impuesto PAIS y la carga fiscal.
“En el caso de Toyota, los precios de nuestros vehículos en Argentina están en línea con el promedio del resto de América Latina. Sin embargo, existen diferencias de acuerdo a la estrategia de posicionamiento en los 23 mercados de la región donde estamos presentes y también a su estructura impositiva. En nuestro país, el peso de los impuestos sigue siendo muy alto en términos comparativos con muchos países de la región, no solo en la etapa productiva, sino también en la comercial, lo cual encarece los precios al consumidor”, sostuvo Ezequiel Vallejos Meana, director de Asuntos Corporativos de Toyota Argentina.
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En declaraciones a Bloomberg Línea, consideró que “en la medida en que se reduzca la carga fiscal, seguramente bajarán los precios, así como ocurrió este año con el impuesto PAIS”.
De acuerdo con datos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), la carga fiscal de un vehículo calculada sobre el precio de venta con IVA representa el 58%.
“Entre estos impuestos se encuentran algunos muy distorsivos como los ingresos brutos provinciales, las contribuciones sobre el trabajo, la tasa de seguridad e higiene y sellos, los cuales se acumulan en cascada no pudiendo eliminarse o compensarse”, argumentó la entidad.
Cómo era el negocio automotriz con el Impuesto PAIS
Por su parte, Christian González Albinati, jefe de nuevos modelos, pricing y desarrollo de red de concesionarios de automóviles de Honda, explicó a este medio: “El impuesto PAIS arrancaba en el 7,5% del valor FOB (un término de comercio internacional que indica el precio de la mercancía puesta a bordo del buque en el puerto de embarque) para todo los autos por debajo de los US$25.000. Todo vehículo intermedio en un line-up estaba alcanzado. Y por encima de los US$25.000, se pagaba el 30%, entonces, ahí estaba totalmente desvirtuado y encarecido”.
“Si uno accedía al MULC [Mercado Único y Libre de Cambios], se encontraba con este requerimiento de pagar el impuesto PAIS. Si usabas dólares propios, esto se obviaba. Entonces, muchas automotrices lo que hicieron fue pagar con dólares propios los FOB por encima de US$25.000 para evitar ese costo extra, que era directamente dirigido a precios, y difícilmente era competitivo el producto, si uno le agregaba un 30% solo de impuestos. Eso traía complejidades porque si una persona pagaba con dólares propios, tampoco es que una automotriz podía acceder al MEP y comprar dólares”, expresó.
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De esa manera, subrayó que “deshacerse de tus dólares [como automotriz] era complejo, con lo cual, eso se le terminaba solicitando, en muchos casos, al concesionario, que era al que le vendías el auto. Que te pagara una parte del auto en dólares. Generalmente, es lo mismo que vos estabas pagando o menos, al momento de nacionalizar el vehículo”.
“Eso implicaba que después el concesionario quiera recuperar sus dólares. Es decir, vender el auto en dólares. Aunque sea una parte también. Con la brecha de tipo de cambio, hubo en el pasado mucha dispersión de precios. A veces a favor, a veces en contra. Lo que hizo el Gobierno cuando asumió fue pasar del 7,5% al 17,5%. Comentó que iba a ser por unos meses. El 30% lo mantuvo siempre igual. Y en agosto bajó del 17% al 7,5%. Y el del 30% lo dejó tal cual estaba. En diciembre eliminó ambos. Lo cual es una excelente señal. Sobre todo lo del 30%, que era un impuesto totalmente disruptivo”, opinó.
Bajan los precios de los autos en Argentina
De esa manera, remarcó: “Todo el stock nuevo a partir de diciembre ya es indiferente si se importa vía acceso al MULC o con dólares propios. Es todo más competitivo”.
“Lo que están haciendo varias marcas, incluyendo Honda, es que la eliminación del impuesto PAIS impacte directamente en el costo del concesionario, bajando el costo final del vehículo. Entonces, toda la cadena está beneficiada por ese lado. Hay otros impuestos internos que todavía hay que revisar, que también siguen siendo de los más altos de la región”, opinó el ejecutivo.
“Este impuesto PAIS el gobierno se comprometió a eliminarlo y lo eliminó un mes antes de lo que había dicho. Así que es una excelente noticia y es muy positivo para todos”, destacó.
Otro ejecutivo de una de las principales automotrices aseguró que no era conveniente comparar el caso de Argentina con otros países, como Chile, porque no tiene barreras arancelarias. Por ese motivo, entiende que no es posible equiparar los precios del país vecino.
A su vez, manifestó que, al comparar con otros países como Brasil o Uruguay, se observa que si bien las pick-up tienen precios caros en dólares, con valores más elevados se encuentran en la comparación con los autos, para los que hay más unidades importadas que en camionetas, que son fabricadas en Argentina, y la empresa corre otros riesgos.
Las perspectivas hacia 2025
En el sector automotriz la expectativa para el año próximo es buena. El presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA), Sebastián Beato, afirmó: “Seguimos observando cómo la tendencia negativa del primer semestre se revirtió claramente, con la financiación como protagonista principal, y pareciera que empiezan a tener impacto los fondos del blanqueo, que llegan también al sector automotor, algo auspicioso que se suma a una macroeconomía ya más estable, un dólar quieto, inflación a la baja y nuevos modelos de parte de las fábricas”.
“Anhelábamos poder terminar el año por encima de las 400.000 unidades y ya faltan pocas semanas para corroborarlo, lo que nos va a permitir proyectar un enero con un piso de 60.000 unidades y empezar a planificar un 2025 con un mercado de medio millón de vehículos patentados”, destacó.
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En tanto, el director de Asuntos Corporativos de Toyota Argentina señaló que la empresa se encamina a cerrar este año con una recuperación “por encima” de lo que proyectaba: “Si bien teníamos una mirada optimista y apuntábamos a un mercado de alrededor de 380.000 unidades, la reactivación del segundo semestre llevará a cerrar el año en más de 400.000 patentamientos en Argentina”.
“Las razones de esta recuperación son varias: una mejora en las expectativas de los clientes, vinculada a la estabilización económica; una mayor oferta de vehículos; la recuperación de los salarios privados formales; el impulso del agro, la minería y el Oil&Gas; la reaparición del crédito y el rezago en la renovación de vehículos de años anteriores”, describió.
A su vez, remarcó que del lado de las exportaciones, “Chile, Perú y Colombia presentaban un escenario de desaceleración a principio de año”, lo que llevó a establecer un plan de producción de 165.000 unidades. “Vamos a terminar por encima de ese nivel gracias a la buena performance de Hilux, especialmente en Argentina y Brasil”, puntualizó.
De cara al próximo año, aseguró que Toyota “confía en el potencial de Argentina como terminal exportadora de vehículos comerciales para toda la región, y esto ha quedado de manifiesto en 2024″.
“Los motores de la recuperación van a impulsar el crecimiento del mercado en 2025, lo que nos lleva a proyectar un escenario de más de 500.000 unidades en Argentina. Confiamos en que la economía siga estabilizándose, y que la baja del riesgo país y la llegada de nuevas inversiones impulsen el crecimiento”, apuntó.
“Para 2025 nos espera un entorno de mayor competencia, tanto en Argentina como en América Latina. Con el ingreso de nuevos jugadores que nos obligan a mejorar en cada aspecto de nuestra organización. Nuestra estrategia para diferenciarnos pasa por mejorar la competitividad y por potenciar nuestro valor de marca, que es un atributo fundamental de Toyota”, expresó Meana.
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