Buenos Aires — Tenedores de los Euro GDP Warrants, bonos de deuda pública argentina nominados en euros y vinculados al Producto Bruto Interno (PBI) del país, salieron al cruce de un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que señalaba la existencia de negociaciones en curso con el Estado argentino para resolver los atrasos en el pago. Esto se da en el marco de una disputa judicial que ya tiene un fallo a favor de los bonistas.
Ese fallo determinó que los cambios metodológicos en el cálculo del PBI representó una manipulación que ocasionó pérdidas para los bonistas.
En un comunicado emitido esta semana, los representantes de estos acreedores aclararon que no existen negociaciones activas ni de buena fe con Argentina, a pesar de que el Gobierno argentino ha manifestado su disposición a dialogar. Según destacan los querellantes, Argentina se ha negado a fijar una fecha y un lugar para iniciar dichas conversaciones.
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“Los demandantes han escrito al FMI para confirmar que no se están llevando a cabo negociaciones, y mucho menos, negociaciones de buena fe por parte de la República. Los demandantes solicitaron al FMI que actualice su informe”, destaca un documento publicado por los bonistas.
Asimismo, denunciaron que el Estado argentino se rehúsa a colaborar con las medidas legales que los tenedores han tomado para ejecutar el fallo judicial —actualizado recientemente a US$1.800 millones tras la habilitación de la Corte del Reino Unido— y que tampoco está abonando los intereses diarios que continúan acumulándose sobre la deuda impaga.
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Los demandantes, representados legalmente por el estudio Quinn Emanuel, comunicaron que enviaron una nota formal al FMI, dejando constancia de que no hay diálogo ni negociación alguna en marcha con la república. Esto pone en duda las afirmaciones oficiales sobre un posible acuerdo o plan de pagos.
Por último, señalaron que, si bien apoyan la intención del Estado argentino de volver a emitir bonos en moneda extranjera bajo legislación extranjera a partir de 2026, esto exige primero resolver de manera definitiva los atrasos externos pendientes, especialmente los vinculados a emisiones anteriores con historial de incumplimientos.
Los representantes de los tenedores instaron al Gobierno argentino a mantener una postura “transparente” y a “comprometerse realmente con el FMI y los acreedores para buscar soluciones concretas” a los pagos atrasados. Aunque están dispuestos a sentarse a negociar, advirtieron que la falta de avances y la negativa a dialogar actualmente ponen en riesgo cualquier proceso de reestructuración o acceso a mercados.