Bloomberg — Una falta agobiante de dólares, la escasez de combustible y el malestar masivo empujaron la tasa de inflación de Bolivia a su nivel más rápido en más de tres décadas antes de las elecciones generales del país.
Los precios al consumidor subieron un 24% en junio respecto al año anterior, según informó el miércoles el Instituto Nacional de Estadística. Esto supone una gran sorpresa en un país que, hace apenas dos años, registraba una inflación más lenta que la de Alemania y Japón.
Los precios subieron un 5,2% respecto al mes anterior.
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A seis semanas de las elecciones presidenciales y legislativas, las protestas diarias sacuden al país, con bloqueos de carreteras en zonas rurales que agravan la escasez. La crisis económica comenzó en 2023 cuando el banco central se quedó prácticamente sin dólares para defender su paridad, lo que provocó escasez de productos básicos y largas colas en las gasolineras.
Muchos de los bloqueos están siendo organizados por partidarios del expresidente Evo Morales, que exigen su inclusión en las elecciones presidenciales de agosto.
Humberto Arandia, director de la agencia de estadísticas, atribuyó la mayor parte del alza de precios a las protestas de la primera quincena de junio. Las fuerzas de seguridad finalmente despejaron los bloqueos, pero no antes de que murieran seis personas, entre ellas cuatro policías.
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El índice de aprobación del presidente Luis Arce ha caído al 7,4%, según una encuesta reciente. Su partido gobernante, el socialista, se ha dividido y no se presentará a la reelección. La oposición lidera las encuestas, pero el apoyo está dividido entre varios candidatos y aún no hay un claro favorito en la contienda.
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