Bloomberg — La economía de Brasil registró una modesta expansión en el segundo trimestre en los servicios y la industria, desacelerándose desde principios de año a medida que las altas tasas de interés afectan el crecimiento.
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Los datos oficiales publicados el martes muestran que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió un 0,4% entre abril y junio con respecto al trimestre anterior, ligeramente por encima de la mediana estimada del 0,3% por los analistas en una encuesta de Bloomberg. En comparación con el año anterior, la economía creció un 2,2%.

El avance se produjo mientras el banco central mantiene la tasa de referencia Selic en el 15%, su máximo en casi dos décadas, para contener la persistente presión sobre los precios.
Los niveles de desempleo, en mínimos históricos, y el sólido gasto público están impulsando la demanda de los consumidores en un momento en que la inflación se mantiene por encima del objetivo y aumenta la ansiedad por la guerra comercial del presidente estadounidense Donald Trump.
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La lectura del PIB del segundo trimestre se produjo antes de que Trump impusiera aranceles del 50% a muchos productos brasileños enviados a Estados Unidos. Aun así, no se prevé que los gravámenes afecten gravemente a la economía en general, en parte debido a los cientos de excepciones a las exportaciones establecidas por las autoridades estadounidenses.
Los inversores están siguiendo de cerca cómo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva afronta las señales más recientes de desaceleración del crecimiento, como la caída de las ventas minoristas, combinadas con lo que se espera que sea una dura lucha por la reelección el próximo año.
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