Bloomberg — El presidente Donald Trump está ampliando las exenciones arancelarias para los productos alimenticios brasileños, extendiendo el alcance del alivio de los impuestos a las importaciones en medio del creciente descontento de los votantes estadounidenses por el costo de la vida.
Una orden ejecutiva que Trump firmó el jueves eximiría a decenas de alimentos populares del arancel del 40% que impuso a los productos brasileños a principios de este año. La semana pasada, el presidente eliminó otro arancel del 10% sobre esos productos, pero inicialmente no incluyó el arancel más alto, que tenía como objetivo castigar al país por el procesamiento del expresidente Jair Bolsonaro.
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Los cambios son efectivos retroactivamente al 13 de noviembre.
La decisión podría ayudar a bajar los precios del café, el zumo de naranja y la carne de vacuno en particular, lo que supondría un alivio para los estadounidenses que han sufrido bajo la presión de las elevadas facturas de los alimentos y que han dado a Trump calificaciones cada vez más bajas por su gestión de la economía.
Los aranceles impuestos a esos productos procedentes de Brasil, una importante potencia agrícola sudamericana, han agravado la escasez existente en ambos mercados, lo que ha impulsado los precios al consumidor a niveles récord. La retirada de estos aranceles representa una importante victoria para el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo gobierno llevaba tiempo intentando persuadir a Trump para que los eliminara.
Brasil ha enfrentado aranceles del 50% durante meses después de que Trump los aumentara por encima de su arancel general del 10% como parte de un esfuerzo por detener el juicio de Bolsonaro, un aliado de Trump, por cargos de intento de golpe de Estado.
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Las conversaciones de alto nivel entre ambos países se reanudaron después de que Trump y Lula coincidieran brevemente en Nueva York en septiembre. Los dos líderes se reunieron el mes pasado en Malasia, donde Lula solicitó a Trump que levantara los aranceles y las sanciones contra funcionarios brasileños. El líder izquierdista declaró posteriormente que esperaba una solución definitiva con Estados Unidos próximamente.
A diferencia de muchos de los objetivos arancelarios de Trump, Brasil suele tener un déficit comercial anual con Estados Unidos, un punto que Lula ha recalcado repetidamente.
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