Bloomberg Línea — Los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump al acero y aluminio amenazan con impactar las exportaciones colombianas y poner en riesgo la industria nacional, aunque Colombia no sea uno de los principales exportadores de estos productos a Estados Unidos.
“La industria, especialmente en la región Caribe, donde se concentra la mayoría de las empresas del sector, enfrenta desafíos significativos para mantener su competitividad en este mercado clave”, según el gremio de comercio exterior, Analdex.
En 2024, Colombia exportó US$758,9 millones en productos de acero y aluminio hacia Estados Unidos, un sector que representa el 5,3% del total de exportaciones al país norteamericano.
Asimismo, el sector representa el 10,3% de las exportaciones no minero energéticas hacia ese destino.
Por el contrario, Colombia representa apenas el 0,3% del total importado por EE.UU. en estos productos en 2024, según cifras del Dane.
No obstante, los nuevos aranceles tienen efectos en sectores manufactureros con valor agregado. En el caso del acero, las exportaciones de productos de hierro o acero hacia EE.UU. sumaron US$82,2 millones, con una caída del 2% respecto a 2023.
Esta cifra es modesta en el total del comercio bilateral, pero representa un nicho productivo para 237 empresas colombianas registradas como exportadoras de acero, aluminio o derivados, según datos de la Dian y Legiscomex, una publicación que analiza el comercio exterior.
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Y en aluminio y productos derivados, Colombia exportó 53 de las 123 partidas sujetas a la nueva orden ejecutiva en EE. UU., por un valor total de US$644,4 millones en 2024, lo que representa un aumento del 5,7% respecto a 2023.
“Esto indica una mayor dependencia del sector de aluminio y derivados frente al de acero, y un crecimiento que podría verse afectado por la medida si no se gestiona estratégicamente”, dijo la Cámara de Comercio Colombo Americana.
La Cámara Colombiana del Acero refirió que, a diferencia de los aranceles implementados en 2018, que se centraban principalmente en el acero en bruto y el aluminio primario, las nuevas medidas incluyen productos transformados como extrusiones y placas, fundamentales para sectores clave como el automotriz y la construcción.
“Empresas que exportan aproximadamente US$500 millones en productos de aluminio transformado a Estados Unidos, podrían enfrentar desafíos significativos para mantener su competitividad”, dice el gremio.
Los productos impactados
A lo anterior se suma que hay un riesgo para productos de valor agregado: “las empresas que exportan productos derivados como fregaderos, utensilios, bisagras, estructuras metálicas, dice la Cámara, podrían enfrentar una pérdida de competitividad si no documentan el uso de insumos de origen estadounidense”.
Antes de las nuevas medidas arancelarias de Donald Trump, Colombia ya tenía arancel del 25% para algunos productos de acero y del 10% para algunos productos de aluminio.
Con las recientes decisiones, el país cafetero quedó con arancel de 25% para el acero desde el 12 de marzo y mantuvo el 25% en el aluminio. Medida que se puso más agresiva desde finales de junio: tanto aluminio como acero quedaron gravados con arancel de 50%.
Amcham explicó que los nuevos aranceles del 50% ad valorem sobre el contenido de acero en productos clasificados como “derivados”, aplican a una amplia gama de electrodomésticos como refrigeradores, estufas, lavadoras, secadoras y trituradores de residuos, entre otros, que, aunque no están fabricados completamente en acero, contienen un porcentaje metálico significativo.
“Si bien Colombia no es un exportador relevante de estos productos al mercado estadounidense, el riesgo radica en las distorsiones indirectas", señaló el gremio, haciendo referencia a La desviación de comercio.
Lo que tiene que ver con la relocalización de producción o la triangulación de exportaciones para evitar los aranceles, situaciones que, asegura la Cámara de Comercio Colombo Americana, podrían afectar sectores sensibles colombianos como la manufactura, la agroindustria, los textiles o la logística.
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Ahora bien, la posibilidad de recibir excedentes de producción con precios subsidiados o competencia desleal también es un riesgo latente que puede presionar a la industria nacional.
La oportunidad
De acuerdo con el semáforo de oportunidades desarrollado por la Cámara Colombo Americana, de la canasta exportadora colombiana, el 40% de los productos tiene un potencial medio-alto o alto de expansión en Estados Unidos.
Entre estos destacan materiales eléctricos, textiles y confecciones, azúcares y productos de confitería. Esto indica que, más allá del impacto inmediato, Colombia tiene margen para fortalecer su presencia en sectores con demanda creciente o que podrían reemplazar importaciones desde otros países afectados por las políticas arancelarias de EE.UU.
“Es fundamental que Colombia mantenga una vigilancia técnica constante sobre los cambios en la política arancelaria estadounidense y sobre las negociaciones bilaterales que EE.UU. adelanta con otros países que podrían desplazar la oferta colombiana”, dijo María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana.
Lacouture agregó que el país debe contar con una estrategia comercial clara que le permita presentar sus intereses ante Estados Unidos y trabajar por una relación mutuamente beneficiosa.
Eso incluye avanzar en una diplomacia económica proactiva que no sólo busque la eliminación del arancel del 10%, sino también proponga la exclusión de los productos más afectados por la medida, así como la superación de los irritantes que obstaculizan el comercio bilateral.
La dirigente gremial destacó que la política arancelaria de Trump representa un reto, pero también una señal de alerta para acelerar las reformas internas que necesita Colombia.
“Se requiere una estrategia integral que combine vigilancia comercial, defensa ante posibles distorsiones, fortalecimiento de sectores con potencial exportador y una diplomacia activa para posicionar al país como un socio confiable en medio de un entorno global cada vez más proteccionista”, añadió Lacouture.