Bloomberg — Los inversionistas en Colombia se equivocan al temer que los próximos cambios del presidente Gustavo Petro en la Junta Directiva del Banco de la República afectarán su independencia, según una integrante del comité de política monetaria.
Una vez que las personas se unen a la Junta Directiva del Emisor, siempre cumplen con su obligación constitucional de perseguir la meta de inflación del 3% y el crecimiento económico sostenible, dijo la codirectora del banco central Bibiana Taboada.
Petro tiene que nombrar a dos nuevos codirectores del banco central antes de febrero y remover a otros dos. Dado que ha pedido repetidamente recortes más rápidos de las tasas de interés, algunos economistas temen que intente apropiarse del poder, nombrando a personas que comparten su visión y dándole a la junta un foco más hacia el crecimiento económico.
“Han pasado por la junta codirectores con perfiles diferentes y siempre ha funcionado bien”, dijo Taboada el miércoles en una entrevista en Bogotá. “Porque cuando se llega a la junta, uno se pone la camiseta que le manda la Constitución”.
La poderosa influencia del equipo de investigación económica del banco, que guía al consejo de siete miembros, es otra garantía de independencia, dijo Taboada.
En los últimos meses, el banco ha desafiado repetidamente la presión del gobierno para reducir las tasas de interés más rápidamente. Petro ya ha nombrado a una codirectora, así como al ministro de Hacienda, que forma parte del comité de política monetaria. Eso significa que para principios de 2025 habrá nombrado a cuatro de los siete miembros de la junta directiva.
La tasa de inflación anual de Colombia se desaceleró más de lo previsto por todos los analistas, hasta un mínimo de tres años de 5,41% en octubre. Sin embargo, algunos componentes relacionados con la inflación de servicios siguen siendo motivo de preocupación, dijo Taboada.
Los analistas se muestran más pesimistas que el banco central respecto de las perspectivas de inflación, porque anticipan una junta directiva más dovish.
Los economistas encuestados por el banco pronostican que la inflación se desacelerará a cerca del 4% para fines de 2025. Sin embargo, los propios miembros del staff del banco la ven en el 3%, ya que esperan que el comité de política monetaria mantenga una postura más restrictiva para garantizar que la inflación no supere su objetivo por otro año, dijo.
Caída del peso
En las últimas reuniones, la junta ha estado dividida 4-3: la mayoría a favor de recortar en incrementos de medio punto porcentual, mientras que la minoría ha abogado por reducciones mayores. El banco ha reducido los costos de endeudamiento en 3,5 puntos porcentuales desde diciembre, hasta el 9,75%.
El 13 de noviembre, el peso se depreció a 4.500 por dólar por primera vez en 18 meses. Taboada dijo que las condiciones globales contribuyeron a la caída, pero que las preocupaciones sobre el déficit fiscal del país también están haciendo que los activos locales sean más volátiles.
“Desafortunadamente, por incertidumbre externa e incertidumbre local las condiciones financieras para el país han tenido un deterioro durante este año”, dijo Taboada. “Esa incertidumbre nos exige mucha cautela de nuestra parte también”.
Los ingresos fiscales más débiles de lo previsto y la incertidumbre sobre los costos de las reformas que se discuten actualmente en el Congreso hacen que los inversionistas duden de si Colombia podrá controlar el déficit.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, pronostica una brecha fiscal del 5,6% del producto interno bruto este año, desde el 4,3% en 2023.