Bloomberg Línea — Semanalmente Colombia coloca papeles de deuda (TES) a diferentes plazos, con demandas que sobrepasan hasta en tres veces el monto que ofrece el Gobierno, y la explicación sería el apetito por riesgo de los inversionistas extranjeros y las altas tasas que está pagando el país.
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“Realmente las tasas son excesivamente altas para una economía con una calificación de BB+”, dice Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital, quien explica que “el mercado parece estar descontando incluso hasta tres bajadas de calificación”.
Desde el Ministerio de Hacienda se ha enfatizado en el apetito de los inversionistas por deuda colombiana. La más reciente subasta de TES recibió una demanda de COP$1,6 billones, es decir, 3,2 veces el monto de COP$500 mil millones que ofertó inicialmente.
“Podría decir es que es posible que los inversionistas que tienen un mandato de inversión a largo plazo o un perfil de riesgo elevado son quienes estén invirtiendo en este momento en Colombia”, asegura Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Aval Casa de Bolsa.
Los analistas consideran que el deterioro de las cuentas fiscales explica que los inversionistas hoy están recibiendo una mejor tasa de interés a cambio del mayor riesgo que están asumiendo.
Wilson Tovar, director de Investigaciones Económicas en Acciones y Valores, explica que el 24 de enero de este año un papel con vencimiento en 2034 le pagaba al inversionista 11,22% y que el inversionista hoy le cobra al Gobierno, por el mismo papel, un 12,60%, es decir, 140 puntos básicos más.
“El deterioro en las cuentas fiscales nos está pasando factura a todos los colombianos como no lo habíamos visto en el pasado”, dice Tovar.
En ello coincide con Ballén, quien asegura que el costo de financiamiento ha venido en aumento porque las tasas de largo plazo “han venido en aumento por el deterioro de la prima de riesgo país, producto del deterioro fiscal de Colombia”.
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Al respecto, David Cubides, economista jefe del Banco de Occidente, sostiene que las tasas de corte han sido considerablemente más altas que las que se tenían en el pasado.
Asegura que eso se debe, por un lado, al aumento de tasas de interés en el exterior, pero también a factores internos como la crisis fiscal. “La prima de riesgo también se ha venido elevando particularmente por la posición fiscal de Colombia que se ha venido debilitando”.
Este viernes el Gobierno publicará el Marco Fiscal de Mediano Plazo en el que dará más luces sobre cómo tiene proyectada la trayectoria fiscal del país y su reducción del déficit para los próximos 10 años.
El vaso medio lleno
Si bien los analistas coinciden en que la tasa de interés que está pagando Colombia es muy alta para lo que históricamente ha pagado, se destaca que aún hay apetito por TES.
“En general, es buena noticia, entre comillas, que la demanda sea alta, pero por supuesto está siendo alta porque las tasas de interés son supremamente elevadas”, asegura Velandia.
Añade el economista que “eso está llamando la atención de extranjeros que han venido entrando al mercado”.
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Pese a ello, dice que se puede considerar, en medio de las dificultades, como una buena noticia que sigue habiendo demanda sobre los papeles de Colombia en un contexto de muchos riesgos fiscales, “porque esto implica que no se está cerrando el mercado financiero ni el financiamiento para Colombia”.
Colombia está calificado como BB+ con Standard and Poor’s y Fitch Ratings, y solamente conserva el grado de inversión con Moody’s (Baa2), pero las tasas que paga, según Velandia, corresponden a un país calificado entre B+ y BB-.
Velandia explica que un título de la parte media de la curva, que es en donde se han enfocado las subastas y los swaps del Gobierno, paga tasas de entre 12,20% y 12,30%, pero que “para un país como Colombia, con menor riesgo fiscal, deberíamos estar por los lados de 10% o 10,50% máximo”.
Incluso, Velandia dice que si bien no hay emisiones en la parte corta de la curva, es decir, en los vencimientos más cercanos, la negociación de estos títulos muestra que la reducción de tasas por parte del Banco de la República, “no será tan fácil ni tan rápida como estaba previsto inicialmente”.
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