Bogotá — En diciembre la inflación en Colombia (IPC) no continuó la senda de descenso que traía durante el año y se estancó. Esto podría llevar a la Junta del Banco de la República a ser aún más cautelosa de lo que ha sido hasta el momento.
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El gobierno de Gustavo Petro, primero con Ricardo Bonilla y ahora con Diego Guevara, ha venido pidiendo al Emisor colombiano que acelere el ritmo de recortes a 75 puntos básicos por sesión.
Sin embargo, los riesgos fiscales y otras presiones como el incremento del salario mínimo y la depreciación del peso colombiano llevaron a los codirectores del banco central a desacelerar en diciembre de 50 a 25 puntos, y en enero podría darse el frenazo.
De 25 a 0 en enero
La expectativa del mercado es que en enero se produzca un recorte de, por lo menos, 25 puntos básicos, pero no se descarta que la cautela lleve a la Junta a frenar del todo.
El comportamiento favorable de las medidas subyacentes, los servicios y los regulados sugiere que el Banco de la República tiene espacio para continuar con su ciclo de flexibilización, según Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital.
Sin embargo, para Velandia la decisión sorpresiva de diciembre, cuando desaceleró el ritmo, sumado a que el salario mínimo subió casi al doble de la inflación, dan a pensar que la cautela será la carta del Emisor de cara al futuro.
“Aunque nuestro escenario base ya asumía un aumento del salario mínimo de alrededor del 9% considerando que el Gobierno había aumentado el salario mínimo muy por encima de la inflación observada desde 2022, el resultado final habría sorprendido significativamente al banco central”, dice el economista.
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Aunque Velandia espera un recorte de 25 puntos, cree que hay dos factores que podrían llevar a la Junta a hacer una pausa en la reunión de enero.
“Los miembros más hawkish de la Junta podrían inclinarse por mantenerla inalterada hasta tener más información sobre el impacto del aumento del salario mínimo a través de mecanismos de indexación”, dice Velandia.
Asimismo, no descarta que el esperado cambio de dos miembros de la Junta que serán nombrados por el presidente Petro influya en la decisión.
“Con todo, mantenemos nuestro pronóstico de tasa repo en 6.50% para fin de año, ya que nuestra estimación de inflación también se mantiene sin cambios en 4% considerando que un aumento del salario mínimo de ~9% ya estaba incluido en nuestros modelos”, concluyó.
Sobre los codirectores que Petro sacará de la Junta Velandia cree que uno será Roberto Steiner, aunque no está seguro de cuál podría ser el otro.
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Entre tanto, Felipe Campos, gerente de Investigaciones Económicas de Alianza Valores, dice que hay un escenario potencialmente riesgoso, “en el momento en que el Banco de la República dé un mensaje equivocado de cuidado de la inflación y del peso colombiano”.
Campos considera que si el banco baja tasas sin que haya margen para hacerlo, “es decir, si el riesgo país es alto, el dólar alto y la situación global y regional no da para hacerlo, pues el mercado va a reaccionar. ¿Cómo? Atacando el peso”.
“Atacar fuertemente, como lo hicieron en Chile cuando bajó mucho la tasa o como están haciendo en Brasil”, explica y agrega que un ataque al peso podría llevar al dólar a negociarse sobre los COP$4.500 y ello “automáticamente se va a ver reflejado en una mayor inflación”.
En ese sentido, Campos cree que lo malo no es “acelerar”, sino hacerlo sin los argumentos correctos. “Afortunadamente, la última reunión de la Junta nos mostró que no hay ningún miembro actual que esté en automáticos de 75 básicos, todos los miembros están esperando a ver cómo se mueve el entorno”.
