Bloomberg Línea — Moody’s Ratings rebajó la calificación de deuda de largo plazo de Colombia a Baa3 desde Baa2, tanto en moneda local como extranjera, y modificó la perspectiva de negativa a estable.
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La nueva nota deja a Colombia en el escalón más bajo dentro del grado de inversión, lo que aumenta el riesgo de una eventual salida de ese rango si las condiciones fiscales no mejoran.
Según la agencia, “la rebaja de calificación refleja el deterioro proyectado en los indicadores de deuda del gobierno, el cual esperamos que persista en los próximos años, dado que los déficits fiscales se mantendrán elevados y por encima de los límites establecidos por la regla fiscal del país".
Además, Moody’s criticó que “el gobierno actual ha optado por suspender la regla fiscal a pesar de la ausencia de un choque, lo que refleja negativamente en la efectividad del marco de política fiscal".

Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Aval Casa de Bolsa, aseguró que la decisión ya estaba descontada por el mercado e incluso señaló que al país le terminó yendo bien.
“Solo redujo la calificación en un escalón y la mantuvo al límite del grado de inversión”, aseguró. Para el analista, es probable que otras agencias tomen una decisión similar y rebajen aún más la calificación.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, un centro de estudio económico, destacó que la agencia mantuvo el grado de inversión, pues “confía en medidas correctivas en el mediano plazo para iniciar un proceso de consolidación”.
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El papel de las instituciones
Pese al deterioro fiscal, Moody’s justificó el cambio de perspectiva a estable al considerar que “las disposiciones institucionales seguirán desempeñando un papel estabilizador en el mediano plazo, con directrices de política que implementen la consolidación fiscal y, en términos generales, estabilicen la deuda cuando surjan presiones".
Mejía resaltó este punto del mensaje de la calificadora, que destacó que los controles y contrapesos institucionales del poder legislativo y judicial “han limitado cambios radicales en las políticas”.
En cuanto al crecimiento, la agencia espera que el desempeño del PIB “regrese a niveles tendenciales, alrededor del 3%, en los próximos años”.

La degradación de la calificación crediticia de Colombia por parte de Moody’s era una consecuencia previsible, según el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, a partir del fuerte deterioro proyectado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2025.
El Marco Fiscal es una proyección a diez años de las principales variables macroeconómicas del país. La regla fiscal es un mecanismo previsto en la ley, que establece una serie de restricciones al gasto público. En este caso, el gobierno activó la llamada cláusula de escape, que le permitió evadir la regla fiscal, si se presentan circunstancias extraordinarias para la economía.
El centro de análisis advirtió que la suspensión de la regla fiscal no compensa el aumento sostenido de la deuda neta, que alcanzaría el 63,8% del PIB en 2027, elevando los riesgos sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas.
De acuerdo con el Observatorio, esta rebaja tendrá efectos inmediatos en el costo del endeudamiento: sólo el pago de intereses representaría el 4,8% del PIB en 2026.
“Un mayor riesgo percibido por los inversionistas implicará tasas más altas para la deuda soberana, reduciendo aún más el espacio fiscal disponible, acentuando las restricciones sobre inversión y manteniendo la persistencia de déficit fiscales elevados (-7,1% del PIB en 2025)”, aseguró el centro de estudios.
Moody’s concluyó que, pese a los desafíos fiscales, Colombia conserva fortalezas clave en su marco institucional y en su apertura financiera, lo que mitiga los riesgos asociados a transferencias de capital y convertibilidad.
El país perdió su grado de inversión en 2021, durante el gobierno de Iván Duque (2018-2022), tras ser degradado por S&P Global Ratings y Fitch Ratings.
Esta historia se actualizó con más detalles de la decisión y reacciones.