Bloomberg — Estados Unidos negó las visas al equipo de voleibol de Cuba para asistir a un torneo en Puerto Rico, en el último ejemplo de una ofensiva estadounidense contra los viajes a su territorio, que el gobierno cubano calificó de discriminatoria porque podría perjudicar su capacidad para participar en los Juegos Olímpicos.
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La denegación de visados “es parte de la lista racista y xenófoba de restricciones elaborada por el secretario de Estado”, Marco Rubio, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en una publicación en X. “Busca impedir el desarrollo del deporte cubano, al que ya limita con un bloqueo recrudecido” por las sanciones económicas de EE.UU.
Desde que regresó Donald Trump a la presidencia este año, su administración endureció las políticas hacia Cuba, poniendo a la isla nuevamente en una lista de Estados patrocinadores del terrorismo y le impuso una prohibición parcial de viajes. El gobierno de La Habana también afirma que las gestiones migratorias entre ambos países, que antes eran rutinarias, fueron suspendidas.
La Federación Cubana de Voleibol informó que a 16 integrantes de su selección nacional femenina se les prohibió viajar para participar de la competencia del próximo mes en Puerto Rico, un territorio estadounidense que se rige por las leyes federales de inmigración. El evento, organizado por la Confederación Norte, Centroamérica y del Caribe de Voleibol, es clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, así como para el campeonato de la confederación.
Mientras tanto, el Comité Olímpico Cubano afirmó que las denegaciones de visas impidieron a sus funcionarios asistir a reuniones rutinarias en EE.UU. y que el equipo masculino de baloncesto no pudo participar en un torneo, también en Puerto Rico, a principios de este año. La ausencia en dicha competencia resultó en la descalificación del equipo de la FIBA AmeriCup, un campeonato hemisférico de baloncesto, que se disputará en Nicaragua este año.
El mes pasado, el Comité Olímpico Cubano señaló que estaba “alarmado” por EE.UU., porque podría dañar “la capacidad de Cuba para participar en las eliminatorias olímpicas” antes de los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles.
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