Ciudad de México — México registra niveles récord en importaciones de gas natural desde Estados Unidos, un insumo estratégico para la producción nacional de electricidad, mientras el Gobierno presume una reducción en las compras de combustible en el extranjero como parte de su política de soberanía energética.
Las importaciones de gas en México registraron un promedio de 6.170 millones de pies cúbicos por día de enero a marzo de 2025, un incremento de 5% comparado con el mismo periodo de 2024, según los datos más recientes de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por su sigla en inglés).
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Durante 2024, las compras mexicanas de gas a Estados Unidos alcanzaron un récord histórico hasta los 6.424 millones de pies cúbicos diarios, un nivel no visto en los registros que se remontan a 1973.
La importancia del gas natural reside en que el 60% de la electricidad de México se produce con este energético, pero el país solo aporta 25% de la demanda nacional con extracción y aproximadamente el restante 75% se cubre con las importaciones vía ductos desde Estados Unidos.
Mientras la dependencia del gas crece, las autoridades mexicanas llevan más de un sexenio tratando de acabar con las importaciones de gasolina y diésel como parte de su política energética de autosuficiencia en combustibles.
La producción de gasolina y diésel aumentó 55 y 45% respectivamente de 2018 a 2025, pero aun con el incremento, representa la mitad de la demanda nacional de 754.000 barriles diarios de gasolina y 320.000 de diésel.
“En términos de producción de gasolina, de diésel, ya dependemos poco del exterior”, declaró Claudia Sheinbaum, presidenta de México, durante su conferencia de prensa matutina del 18 de junio.
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Las importaciones de gas comenzaron despuntar a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994 y escalaron durante las siguientes dos décadas hasta que en 2015 las importaciones superaron la producción nacional, y aunque el expresidente Andrés Manuel López Obrador encabezó una política nacionalista, su Gobierno siguió anclando múltiples proyectos que usarán gas importado, incluso para exportarlo al mercado asiático.
El Gobierno mexicano y la empresa estatal Pemex tienen la meta de aumentar la producción de gas en 1.000 millones de pies cúbicos hacia los 5.000 millones.
Sheinbaum asistió a la Cumbre de los Siete (G7) en Canadá donde habló de traer gas desde Canadá, lo cual requerirá de mucha coordinación, especialmente con el nuevo modelo energético en México que prioriza a Pemex y CFE sobre la inversión privada, dijo Rosanety Barrios, analista independiente del sector energético.
“Los 1.000 millones es muy poco. México seguirá dependiendo de manera relevante del gas importado (...) requerirá de mucha coordinación, especialmente con el nuevo modelo”, agregó.
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Sobre el conflicto de Estados Unidos e Israel contra Irán y el posible cierre del Estrecho de Ormuz afectaría la distribución de petróleo y es posible que suba el precio del gas pero descarta que Estados Unidos deje de venderlo a México.
“El riesgo de que EUA termine metido en una guerra con Medio Oriente, existe. Si eso ocurre, el petróleo subirá muchísimo y muy probablemente Europa vaya a recesión. El ritmo económico del mundo cambiará. No veo por qué Trump querría dejarnos de vender gas. De verdad, no lo veo”, concluyó.