Ciudad de México — La racha de apreciación que experimentó el peso mexicano hasta mediados del año pasado, que le ganó el mote de superpeso, tuvo una mayor afectación sobre la capacidad de compra de quienes reciben remesas de lo que provocaría el impuesto a estas transferencias que busca establecer el gobierno de Donald Trump, consideró Monex.
El tipo de cambio, que promedia MXN$20,2 por billete verde en lo que va de 2025, llegó a cotizar en el terreno de los MXN$16 por dólar en 2023 y la primera mitad de 2024.
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“Si bien en términos nominales y en pesos las remesas han venido aumentando, cuando tuvimos el superpeso el poder adquisitivo de las remesas disminuyó mucho más allá de este 5% que pudiéramos estar teniendo ante este gravamen”, dijo la directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil del grupo financiero, Janneth Quiroz, en conferencia de prensa el miércoles.
El proyecto de ley fiscal impulsado por el presidente Donald Trump incluía un impuesto de 5% a las remesas, pero en las primeras horas del jueves, la Cámara de Representantes aprobó la iniciativa con una reducción a una tasa de 3,5%. La propuesta aún tiene que pasar por el Senado estadounidense.
Quiroz mencionó que el poder adquisitivo de las remesas ha incrementado más de 19%, aunque advirtió que el efecto aritmético positivo por la paridad cambiaria entre el peso y el dólar podría anularse a medida que se vea mayor estabilidad en el tipo de cambio.
“Habrá que ver el escenario económico de Estados Unidos que pudiera estar impactando en el envío que hacen los paisanos a sus familias que radican en México para ver si pueden resarcir de alguna manera esta retención que va a hacer el Gobierno de EE.UU.”, dijo la especialista de Monex.
En este sentido, Quiroz mencionó que en el muy corto plazo podría verse una reducción de las remesas, pero no descartó que los connacionales que radican en territorio estadounidense reduzcan su consumo para compensar el cobro del impuesto.

De acuerdo con la propuesta, el cobro del impuesto se realiza a quien envía la remesa al extranjero y debe ser recolectado y entregado a la Secretaría del Tesoro por parte del proveedor del servicio de envíos de dinero. También se plantea una excepción al gravamen cuando la persona que envía la remesa es un ciudadano o nacional estadounidense a través de empresas “calificadas”.
La medida ha generado el rechazo del Gobierno mexicano, que señala que la medida es discriminatoria y violatoria al Tratado para Evitar la Doble Tributación entre ambos países que está vigente desde 1994.
Desde el sector privado, la asociación Fintech México también se pronunció contra el impuesto, argumentando que incentivará el uso de canales informales, disminuirá la competencia y podría llevar a un aumento en las tarifas para los usuarios finales.