Bloomberg Línea — El conflicto por el control del Canal de Panamá podría ser una muestra de una “renovada relevancia” de la doctrina Monroe por parte de la Administración Trump, una política que asimilaba cualquier intervención europea o de una potencia diferente a la norteamericana en América Latina como una agresión.
Los pronunciamientos del mandatario estadounidense acerca de “recuperar” el Canal, que fue devuelto al país centroamericano con la firma del Tratado Torrijos-Carter en 1977, hacen pensar que el control del hemisferio occidental volvió a ser una prioridad para la principal potencia económica del mundo en medio de una guerra comercial con China, de acuerdo a un reporte de la firma global de servicios financieros UBS.
Más allá de las tarifas actuales cobradas por el Canal de Panamá a los barcos estadounidenses y que derivaron en las amenazas de Donald Trump por retomar su control, UBS considera que esta tensión se basa más en factores geopolíticos profundos.
“El Canal de Panamá es quizás el lugar más estratégico en América Latina, donde EE.UU. no desea permitir que otra potencia, como China, lo supere en influencia”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea Alberto Rojas, estratega sénior de Mercados Emergentes en UBS Global Wealth Management (GWM) y autor del informe junto a Alejo Czerwonko.
Las presiones estadounidenses ya derivaron en que el conglomerado CK Hutchison Holdings Ltd., con sede en Hong Kong, acordara vender el control de una unidad que opera puertos cerca del Canal de Panamá a un consorcio formado por BlackRock Inc. (BLK), Global Infrastructure Partners y Terminal Investment Ltd.
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El informe estima que alrededor del 75% de la mercancía que transita el Canal de Panamá se origina o va destinada a EE.UU., especialmente a la costa este y el Golfo de México. Por tanto, “para la Casa Blanca, la vía interoceánica es una pieza clave de la economía norteamericana y de la seguridad nacional”, dice Rojas.
En medio de la muestra del poder estadounidense, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ya desmintió que la vía interocenánica esté siendo recuperada por Estados Unidos, como aseguró Donald Trump ante el Congreso.
“El Canal de Panamá no está en proceso de recuperación y mucho menos es la tarea que en nuestras conversaciones con el secretario (Marco) Rubio ni ningún otro se haya ni siquiera conversado”, dijo Mulino en su cuenta de la red social X.
La doctrina Monroe se refiere a una política adoptada por el presidente estadounidense James Monroe (1817-1825) bajo el lema “América para los Americanos”, e implicaba que cualquier acto de intervención de potencias extranjeras en el continente sería considerada un acto de agresión que tendría como consecuencia la respuesta de Estados Unidos, aunque fue el propio Gobierno estadounidense el que intervino política, militar y económicamente en múltiples países de América Latina durante el siglo XX.
En 2013, durante la Administración del presidente Barack Obama (2009-2017), el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, manifestó que la doctrina Monroe había terminado, pues la potencia económica buscaba una relación con Latinoamérica de socios equivalentes.
No obstante, en 2019 durante el primer gobierno de Trump, el entonces asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, aseguró en relación a Venezuela que EE.UU. “no tiene miedo a usar la expresión ‘Doctrina Monroe’”.
“Trump parece tener algo de simpatía para esta visión del mundo”, dijo a Bloomberg Línea Theodore Kahn, director asociado en la consultora Control Risks. “Está alineada, hasta cierto punto, con la visión de ‘América primero‘, que busca situar los intereses principales cerca de casa. Entonces, hasta cierto punto, esta visión influye en las decisiones y acciones de Trump en el ámbito de política exterior, pero no es el único factor, y definitivamente EE.UU no tiene la capacidad de revertir la presencia comercial de China en la región”.
Kahn cree que si bien puede haber logrado una victoria rápida y simbólica en el caso del Canal de Panamá con la venta de CK Hutchison Holdings Ltd., no cree que este escenario se repita con otras inversiones grandes chinas en la región.
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Según el reporte de UBS, titulado Panama Canal saga: A primer, el caso del país centroamericano “sugiere que cualquier intento de otros países por ejercer influencia en la región no será bien visto, especialmente cuando están en juego asuntos internos y aspectos de seguridad nacional”.
Rojas, el experto de UBS GWM, define al Canal de Panamá como la Torre Eiffel, pues “solo hay una. No existe un suplemento perfecto. La opción más obvia para barcos de carga sería ir a la punta inferior de Sudamérica, sea el Estrecho de Magallanes o el Pasaje de Drake – ambas rutas que aumentan la distancia a más del doble y que implica mayores costos y riesgos”.
Desde UBS anticipan que las preocupaciones en torno al Canal probablemente se resolverán de “manera amistosa” y seguirá siendo propiedad de Panamá y administrado por el país.
Estados Unidos completó el Canal en 1914, pero lo cedió de nuevo a Panamá en 1999 en virtud de un tratado firmado por el expresidente Jimmy Carter en 1977.
El analista económico y consultor Carlos Araúz dice desde Panamá a Bloomberg Línea que la situación en torno al Canal se ha vuelto compleja debido a la dinámica geopolítica que implican algunas de las declaraciones de Donald Trump, que califica como “insinuaciones falsas, inexactas e imprecisas”.
“El canal de Panamá ha sido administrado por panameños durante los últimos 25 años, sin injerencia de ningún Estado, con plena soberanía. La administración del Canal en manos panameñas ha sido eficiencia y exitosa”, dice Araúz.

Para Araúz no está claro qué busca realmente Trump con su declaración sobre retomar el control del Canal, pero de cualquier forma dice que quien administre la vía interoceánica debe procurar que esta “sirva al mundo” y no se afecte el comercio global.
En la actualidad, el Canal de Panamá tiene el 46% de la cuota de mercado total de contenedores que se mueven desde el noreste de Asia a la costa este de Estados Unidos, según cifras de la Administración de Comercio Internacional de EE.UU., citadas por UBS.
En los 12 meses que terminaron en noviembre de 2024, aproximadamente 11.500 barcos cruzaron el Canal de Panamá, una disminución respecto al promedio previo a la pandemia (2015-2019) de 13.500 embarcaciones.
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“Evidentemente, la vía navegable es fundamental para el sector empresarial estadounidense y por razones de seguridad nacional. En un entorno en el que la Casa Blanca está interesada en asegurar y vigilar la creciente influencia global de China, el Canal del Canal de Panamá es, por tanto, un importante foco geopolítico en las Américas”, dice el reporte de UBS.
Panamá informó el pasado 6 de febrero que no renovó el acuerdo económico de la Ruta de la Seda con China en medio de las presiones de Trump. Esta iniciativa le permite al gigante asiático inyectar financiamiento para llevar a cabo grandes proyectos de infraestructura a costos más bajos.
El panorama de inversión en Panamá en medio de los ruidos por el Canal

“Consideramos que el interés de invertir en Panamá y los beneficios que ofrece la nación como centro de servicios financieros y transporte global seguirán presentes. En nuestro escenario base, cualquier desacuerdo bilateral con EE.UU. será resuelto con tecnocracia y diplomacia”, dijo el estratega sénior de Mercados Emergentes en UBS GWM, Alberto Rojas.
Desde UBS señalan que Panamá ha sido históricamente un aliado estratégico de EE.UU. y creen que esto seguirá siendo así a pesar del pulso iniciado por Donald Trump a raíz de los contratos con Hutchison Ports PPC, fundada por el multimillonario Li Ka-shing y que entregará el control de sus puertos al consorcio liderado por BlackRock.
Las transacciones reportarán a CK Hutchison ingresos en efectivo de US$19.000 millones, según informó la empresa el martes en un comunicado. Este consorcio también adquirirá el 90% de Panama Ports Co., que opera los dos puertos de Balboa y Cristóbal.
Aunque el pulso se desató por la cuestión de las tarifas que se cobran a los barcos estadounidenses, el especialista de UBS manifestó que no existe evidencia empírica que sugiera que los peajes del Canal de Panamá hayan incrementado de manera desproporcionada en relación con los costos de transporte global.
Un panorama de inversión positivo para Panamá a pesar de los choques
UBS mantiene una visión positiva sobre el mediano y largo plazo de Panamá pese a los choques generados por el Canal. “Los fundamentos del país son más sólidos que el ruido de corto plazo, y creemos que los inversionistas reconocen esa solidez”, respondió Alberto Rojas, de UBS Global Wealth Management (GWM).
Consultado sobre el impacto del ruido geopolítico, dijo que mantienen una perspectiva positiva sobre los bonos soberanos de Panamá.
En los niveles actuales y considerando el contexto económico del país, cree que los bonos ofrecen “una atractiva relación riesgo-retorno” y son “una opción sólida para las carteras de inversión a largo plazo”.
“Como referencia, según los datos del EMBI (Indicador de Bonos de Mercados Emergentes), los diferenciales de Panamá son 125 puntos base más amplios que los de países con calificación BBB y 50 puntos base más amplios que los soberanos con calificación BB. En general, Panamá ofrece rendimientos del 5,75% al 7,50% en un rango de dos a diez años, superiores a los de países con calificaciones similares”, señala el reporte de UBS al respecto.
A finales de enero, el banco de inversión JPMorgan rebajó su recomendación sobre los bonos de Panamá de “sobreponderados” a “ponderación del mercado”, tras el interés del presidente estadounidense de retomar el control del Canal.
La última vez que JPMorgan rebajó su panorama frente a Panamá fue el 16 de junio de 2023, aunque el 7 de marzo de 2024 volvió a mejorar su opinión. “La priorización por parte del presidente Trump de sus objetivos relacionados con el Canal de Panamá en su discurso de inauguración debería llevar a los mercados a tomar este riesgo colateral más en serio”, consigna el documento.
Bank of America (BAC) ha elevado en marzo su recomendación sobre los bonos externos de Panamá a “sobreponderar” (Overweight), argumentando que los precios actuales ya reflejan un significativo descuento frente a la calificación crediticia del país y una alta probabilidad de una segunda degradación.
El informe del BofA destaca que su equipo de analistas regresó de su viaje a Panamá con una visión más positiva sobre el panorama económico y político.
En el ámbito geopolítico, BofA considera poco probable que las tensiones con Estados Unidos aumenten significativamente en los próximos meses. “Dejamos Panamá menos preocupados por las tensiones geopolíticas con el gobierno de EE.UU.”, señala el informe.
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