Bloomberg Línea — La destitución de la presidenta Dina Boluarte en Perú podría generar una volatilidad inicial en el tipo de cambio, pero los fundamentales macroeconómicos del país permitirán mantener un sol fuerte frente al precio del dólar.
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Boluarte fue destituida por “incapacidad moral” en una decisión unánime del Congreso, que aumenta la incertidumbre política de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
El presidente del Congreso, José Jerí, tomó posesión como jefe de Estado y se comprometió a encabezar un gobierno de transición que asegure la celebración de las elecciones generales de 2026 conforme al calendario establecido.
Como consecuencia de los ruidos políticos, el precio del dólar en Perú tuvo este viernes su mayor alza diaria desde agosto, a pesar de que moderó las ganancias con el pasar de las horas.
El billete verde reflejó este viernes un mayor interés de los inversores por protegerse ante la incertidumbre política y el posible debilitamiento de la confianza en las instituciones, generando presiones en los activos locales.
En general, “si bien podría registrarse cierta volatilidad en el corto plazo, no esperamos un impacto significativo en el mercado, dado que el proceso electoral de 2026 se mantiene encaminado y la actual transición presidencial se desarrolla dentro del marco constitucional”, dijo Daniel Velandia, analista del holding financiero peruano Credicorp Capital.
Explica que Perú ha atravesado episodios similares en el pasado —particularmente a fines de 2020, antes de las elecciones de 2021— sin disrupciones duraderas en los mercados, “lo que sugiere que los inversionistas podrían percibir este evento como parte de las dinámicas políticas recurrentes del país”.
No obstante, señala que será importante monitorear el nombramiento de ministros competentes y con credibilidad en carteras clave, especialmente en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Asimismo, no descartan algunas medidas de corte populista de cara a los comicios generales del próximo año.
Perú se encuentra enfrascada en la inestabilidad política y desde 2016 ha tenido siete gobernantes, la mayoría de los cuales han sido destituidos por cuestiones relacionadas con corrupción.
De cara a las elecciones de 2026, el factor de la inestabilidad política podría incidir en la economía peruana, a medida que su blindaje a estos choques se debilita.
Recientemente, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió que la incertidumbre política en Perú puede poner un freno a su crecimiento económico, ante el debilitamiento de la confianza empresarial y del consumidor.
Se anticipa volatilidad inicial

Desde la óptica de BBVA, este desenlace podría generar presiones puntuales en el mercado financiero. “Este suceso justo antes del fin de semana probablemente agregará algo de presión al rendimiento de los activos locales durante la sesión del viernes”, indicó en un reporte.
Sin embargo, al igual que Velandia, no proyectan un deterioro sostenido y, de hecho, los analistas del banco español creen que “la partida de Boluarte no se considerará un gran negativo y el nuevo jefe parece ser alguien a quien el mercado debería reaccionar de manera un poco más positiva”.
Renta 4 coincide en prever una reacción limitada, pese a la apreciación que se ve el viernes.
El equipo, liderado por César Huiman, ya anticipaba que la salida de Boluarte y la asunción de un presidente interino iban a generar “un shock inicial de volatilidad en los mercados, especialmente en el tipo de cambio y bonos locales”.
No obstante, coinciden en “que esa volatilidad será transitoria, siempre que el nuevo gobierno interino transmita claridad de objetivos, mantenga continuidad macroeconómica y garantice una transición ordenada hacia las elecciones programadas”.
Jimmy Astocóndor, economista de Pacífico Business School, dijo a Bloomberg Línea que tras la destitución de Boluarte podrían observarse ciertas variables con volatilidad, empezando por el tipo de cambio.
Según el analista, el tipo de cambio hoy debería seguir subiendo por la inestabilidad política presentada a partir de la vacancia. “De primera mano, el tipo de cambio debe subir a niveles de S/3,4546, básicamente por el cambio de gobierno de manera intempestiva”.
El economista indicó también que otra reacción natural podría ser la caída en la bolsa. “Los portafolios de retail probablemente comiencen a liquidar sus posesiones ante la expectativa de incertidumbre electoral hasta las nuevas condiciones que establezca el presidente Jerí”, dijo Astocóndor.
También anticipa que es posible que se desplacen ligeramente las curvas soberanas de corto plazo por el riesgo país a partir de la inestabilidad política.
“Estamos hablando en todos los casos de variables de corto plazo o primer impacto, considerando que son decisiones constitucionales”, manifestó.
Sin embargo, considera que Perú tiene sólidas variables económicas a nivel de PBI, inflación y nivel de reservas, que le “permiten ser un país bastante sólido a nivel de Latinoamérica”.
José Silva, analista de Intéligo Sab, explicó que el desempeño que se ve hoy es producto de la aversión inicial al riesgo por parte principalmente de capital extranjero.
No obstante, coincide con los analistas en que el movimiento se podría revertir si se retoma una percepción de estabilidad política.
Esa aversión al riesgo, según Silva, se ve también en el incremento de los rendimientos de los bonos por el cierre de posiciones de inversionistas y vehículos extranjeros, al igual que en el retroceso de las acciones.
“Todo está vinculado a la percepción de riesgo país, que se incrementa en la medida en que la aversión al riesgo se ha elevado por este contexto. La pregunta vendría por el lado de qué tanto va a durar esta nueva crisis y la posibilidad que se traduzca en una inestabilidad social que arrastre y ponga en tela de juicio la estabilidad macroeconómica de los últimos años”, dijo.
¿Qué pasará con el sol peruano y la Bolsa de Lima?

El análisis histórico respalda la tesis de una volatilidad transitoria.
Renta 4 analizó las últimas vacancias presidenciales y encontró que “en el caso de Pedro Pablo Kuczynski (2016‑2018), el sol se apreció 0,9% a 30 días y luego se depreció 0,6% a 45 días. Bajo el Gobierno de Martín Vizcarra (2018-2020), la depreciación fue de 0,5% y 0,8% respectivamente, mientras que tras la destitución de Pedro Castillo (2021‑2022) el PEN se apreció 0,7% al día 30 y luego retrocedió 0,9%”.
La firma sostiene que “estos movimientos evidencian que la política genera volatilidad transitoria, pero no disloca el equilibrio cambiario gracias a la credibilidad del BCRP y la posición externa del país”.
En paralelo, la Bolsa de Valores de Lima ha registrado reacciones de corto plazo que en la mayoría de los casos fueron positivas.
Según el informe, “tras la renuncia de Kuczynski, el índice local ganó 5,2% a 30 días y 3,1% a 45 días; con Vizcarra, el repunte fue de 9,3% y 10,3%, respectivamente, reflejando expectativas de continuidad económica”.
En el caso de Castillo, el mercado cayó 0,9% al día 30, pero se recuperó 1,8% a 45 días.
Durante la sesión del viernes, los principales índices bursátiles del mercado local caían. El Msci Nuam Perú General perdía -0,42%, mientras que el Msci Nuam Perú Select retrocedía -0,05%.
Pese a este desempeño, los analistas de Renta 4 creen que “los episodios sugieren que las vacancias generan ruido político, pero no un daño sostenido a la estabilidad macrofinanciera, mostrando resiliencia tanto del sol como del mercado bursátil peruano”.
¿Será suficiente?

Pese al histórico buen desempeño de los activos peruanos, desde Renta 4 advierten de la posibilidad de un repunte transitorio del riesgo soberano, mientras los inversionistas asimilan la incertidumbre política y hablan de una posible desaceleración de la inversión pública y privada de forma temporal mientras se reorganiza el gobierno.
“Si el nuevo gobierno interino comunica de forma clara su compromiso con la estabilidad macroeconómica y la transparencia institucional, los impactos sobre la confianza y el mercado financiero serían acotados. Perú mantiene fundamentos sólidos —bajo endeudamiento, elevado nivel de reservas y un banco central con credibilidad— que le permiten absorber choques políticos sin deterioros permanentes“, dijo el equipo liderado por Huiman.
La juramentación de José Jerí como presidente interino ha sido una señal clave para los agentes del mercado. BBVA destaca que “Jeri pertenece a Somos Perú, una fuerza política de centro-derecha en Perú en comparación con el perfil de izquierda de Boluarte. No obstante, es centrista y parece tener buenas relaciones tanto con la izquierda como con la derecha, suficiente para mejorar la gobernabilidad a corto plazo y sofocar el malestar social, lo que debería ser en general un aspecto positivo a corto plazo”.
Para los analistas del banco español, persisten interrogantes como si las selecciones clave del Gabinete serán favorables al mercado y si los cambios serán suficientes para calmas las manifestaciones sociales.
Incluso, desde Renta 4 advirtieron que este cambio “podría percibirse como una consolidación del poder congresal, generando protestas o rechazo social”, especialmente si no hay mejoras en seguridad y empleo. “Por ello, Jerí deberá actuar con celeridad, transmitiendo señales de calma y compromiso institucional para evitar que el descontento social escale y afecte la transición democrática”, aseguraron.
Para el BBVA, “si la selección del Gabinete pasa la ‘prueba del olfato’ y las manifestaciones sociales disminuyen un poco, las reacciones adversas de los activos, especialmente en el PEN, podrían desvanecerse rápidamente”.
En línea con esta visión, Renta 4 subraya que “el Perú presenta resiliencia estructural y fundamentos macro sólidos, atributos que históricamente han permitido a sus mercados absorber convulsiones políticas sin colapsos duraderos”.
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