Estados Unidos tendrá dificultades para reducir su dependencia del cobre chileno y peruano tras el anuncio del presidente Donald Trump de imponer un arancel del 50% al metal, a partir del 1 de agosto de 2025.
“Anuncio un arancel del 50% sobre el cobre, vigente a partir del 1 de agosto de 2025, tras recibir una rigurosa evaluación de seguridad nacional”, dijo Trump en su cuenta de Truth Social.
La medida se suma a los gravámenes del mismo nivel aplicados al acero y al aluminio importados a Estados Unidos.
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EE.UU. puede perder más con el arancel al cobre

Según un reporte de la consultora Oxford Economics, el impacto económico del nuevo arancel será “insignificante” para Chile y Perú, los principales productores de cobre de la región, ya que Estados Unidos tiene una capacidad limitada para sustituir las importaciones.
“Estados Unidos tiene poca capacidad para sustituir el cobre importado a corto plazo, ya que las minas estadounidenses producirán solo el 5% del cobre mundial en 2024″, indica en el reporte.
Los analistas consideran poco probable que los consumidores de cobre en EE.UU. logren abastecerse localmente en el corto plazo. Incluso si se produce un exceso de oferta global, ello podría bajar los precios internacionales, afectando a los exportadores.
Si EE.UU. logra cortar dependencia, Chile sería el más afectado
En todo caso, si Estados Unidos logra aumentar la producción mediante la desregulación y los subsidios, “Chile será el país que más tenga que perder”, advierte Oxford Economics.
Aunque el cobre representa una porción importante del PIB tanto en Chile (15%) como en Perú (8%), una mínima parte se exporta a Estados Unidos: aproximadamente el 2% del PIB chileno y apenas el 0,3% del peruano.
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El informe añade que las exportaciones podrían redirigirse a otros mercados, pero “a precios más bajos debido al exceso de oferta, ya que las importaciones de EE.UU. representan el 5% del comercio mundial de cobre”.
Riesgos acotados

Desde que Trump anunció los aranceles al cobre el pasado 8 de julio, el sol peruano se ha depreciado solo un 0,53%, mientras que el efecto en el peso chileno ha sido más notorio, puesto que caído un 2,18% frente al dólar desde ese lapso.
No obstante, en lo corrido del año hasta este 15 de julio a las 10 a.m. ET, el sol peruano se ha apreciado un 4,87% y el peso chileno un 3,34%, de acuerdo a cifras de Bloomberg.
Los economistas señalaron que la noticia de los aranceles provocó una leve depreciación del peso chileno, ya que la moneda es vulnerable a las fluctuaciones de los precios del cobre y al sentimiento de riesgo global.
“Sin embargo, creemos que los riesgos de una caída brusca son limitados”, escribieron los autores del reporte. “El sol peruano no se vio afectado gracias a la política de intervención activa del banco central”.
Según Oxford Economics, las repercusiones fiscales para Chile y Perú también “deberían ser limitadas a corto plazo”, ya que las exportaciones de cobre con destino a Estados Unidos representan una pequeña parte del total.
“Sin embargo, un debilitamiento sostenido de la demanda o los precios internacionales del cobre podría afectar a los ingresos fiscales de ambos países, dada su dependencia de los ingresos relacionados con la minería”, detalla el documento.
Además, y aunque no es su hipótesis de referencia, si Estados Unidos aumenta significativamente la producción nacional de cobre, un debilitamiento sostenido de la demanda o los precios internacionales del cobre afectaría a los ingresos fiscales de Chile y Perú.
“Esto se debe a su alta dependencia de los ingresos relacionados con la minería, que representan aproximadamente el 14 % de los ingresos fiscales en Chile y el 9 % en Perú”.
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