Bloomberg Línea — Wells Fargo anticipa que América Latina enfrentará un entorno financiero externo menos favorable en 2026. En su informe anual, el banco identifica riesgos vinculados al fortalecimiento del dólar en la segunda mitad del año, la desaceleración del crecimiento global y una política monetaria divergente entre economías desarrolladas y emergentes.
Ver más: Morgan Stanley revela sus acciones favoritas para invertir en América Latina en 2026
Aunque varios países de la región han aplicado políticas ortodoxas para contener la inflación y estabilizar sus monedas, los analistas de la entidad creen que esa posición podría ser insuficiente si se materializan shocks externos, particularmente en un escenario de transición política interna.
La exposición a flujos de capital volátiles, déficits estructurales y condiciones financieras más estrictas plantea un desafío adicional para los bancos centrales latinoamericanos. Para el banco, el dólar podría fortalecerse ampliamente en la segunda mitad de 2026, lo que presionaría a las monedas de los mercados emergentes.
Esta corrección se produciría luego de una fase de debilitamiento temporal durante el primer semestre, cuando “la Fed flexibilice la política monetaria más rápido que otros bancos centrales”.

Presiones cambiarias y riesgo electoral
La apreciación del dólar prevista para la segunda mitad del año afectaría con mayor intensidad a los países latinoamericanos. “Las monedas de América Latina podrían ser las más vulnerables, especialmente aquellas asociadas con un aumento previsto del riesgo político durante el próximo ciclo electoral”, advierten los analistas.
El informe identifica como puntos sensibles a Brasil y Colombia. El documento estima que el real brasileño y el peso colombiano enfrentarán un “ajuste hacia niveles más consistentes con los fundamentos económicos y políticos”.
Esta corrección podría coincidir con una mayor volatilidad financiera asociada a los procesos electorales.
→ Suscríbete al newsletter Línea de Mercado, una selección de Bloomberg Línea con las noticias bursátiles más destacadas del día.
En términos de política monetaria, se reconoce cierto margen para recortes adicionales, pero de manera limitada. “Los bancos centrales de mercados emergentes podrían tener margen para flexibilizar un poco más, pero no mucho”, dice el análisis.
En el caso de México, se espera una posición menos laxa, con el Banco de México manteniéndose “menos dovish” y proyectando una tasa terminal en torno a 9%.
Para Wells Fargo, ese país aparece como una excepción regional relativa. “El peso puede debilitarse a medida que el dólar se recupera, pero creemos que una Banxico menos dovish y México actuando como refugio regional durante el ciclo electoral pueden apoyar su moneda en tiempos de turbulencia”.

EE.UU.: moderación monetaria
En el plano interno, el informe proyecta una economía estadounidense con crecimiento de 2,3% en 2026 y un entorno de tasas de interés menos restrictivo.
“Nuestro escenario base es que el FOMC recorte la tasa de fondos federales en otros 75 puntos básicos hasta mediados del próximo año, lo que daría como resultado una tasa terminal de entre 3,00% y 3,25%”, afirman.
Esta moderación responde a un entorno de inflación aún por encima de la meta, pero con señales de contención. “Nuestra previsión base de una inflación subyacente PCE de 2,6 % en 2026 marcaría una mejora direccional respecto a la inflación actual”, dice le informe.
Ver más: El oro se mueve en paralelo al S&P 500 desde 2020: ¿sigue siendo refugio?
El mercado laboral seguirá frágil, con un desempleo en torno a 4,5%. “La falta de despidos generalizados sugiere que el mercado laboral no está en caída libre, aunque el riesgo de una desaceleración más pronunciada sigue sobre la mesa”, plantea el análisis.
El mundo: menor expansión global
Wells Fargo prevé un crecimiento global de 2,8% en 2026, inferior al 3% estimado para 2025 y por debajo del promedio histórico de 3,3%. “Pronosticamos que la economía global crezca un 2,8% en 2026”, precisan.
Este desempeño estará condicionado por la política monetaria, la continuidad de medidas proteccionistas y la situación en China. La economía de este país, según el informe, crecería solo 4,3%, con presiones sobre su modelo exportador, bajo consumo interno y restricciones fiscales y monetarias. “China será el principal contribuyente a la desaceleración global del próximo año”.

Sobre la política monetaria, los analistas advierten que “la capacidad de los bancos centrales internacionales para entregar más estímulos se ha reducido”. En G10, la mayoría ya ha finalizado sus ciclos de flexibilización.
Entre los emergentes, “Brasil y Colombia podrían girar hacia la flexibilización, pero los recortes deberían ser graduales y acompañados de una guía prudente”.
El escenario base no contempla una recesión global, pero sí la persistencia de riesgos relevantes. Entre ellos, el informe destaca una recesión en China, una reversión repentina de la política monetaria si la inflación repunta, el fallo de la Corte sobre tarifas y sus implicancias fiscales, y la inestabilidad política en elecciones de mercados emergentes”.









