Bloomberg Línea — El precio del café arábica volvió a superar los US$4 por libra en Nueva York, reavivando la volatilidad en uno de los mercados agrícolas más sensibles a los choques climáticos, logísticos y comerciales.
El aumento responde a una combinación de factores: desde la tensión arancelaria global, impulsada por la administración Trump, hasta las preocupaciones por las cosechas de los principales productores.
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A las 6:37 a.m. ET, el grano tocó los US$4 por libra para luego retroceder debajo de esa marca, pero a las 7:12 a.m. ET tocó máximos de US$4,02 y en los últimos tres días acumula un alza de más de 7%. La última vez que había superado ese récord había sido en marzo pasado.
Este repunte ha sido impulsado por varios factores, entre ellos, la reciente reducción de los aranceles recíprocos por parte del presidente de Estados Unidos, que mejoró el sentimiento general en el mercado.
Aunque los aranceles para los principales exportadores de arábica, como Brasil y Colombia, se fijaron inicialmente en un 10%, la medida alivió temporalmente las tensiones comerciales.
Adicionalmente, los principales proveedores de robusta, como Vietnam e Indonesia, se vieron afectados de forma más significativa por los aranceles, lo cual fortaleció la demanda de arábica.

Según Commerzbank, otro factor que ha contribuido a la recuperación de los precios es la preocupación por la próxima cosecha brasileña.
“Dos observadores privados del mercado publicaron esta semana nuevas previsiones para la cosecha brasileña de café, en las que esperan un nuevo descenso significativo de la cosecha de arábica este año debido a la sequía del año pasado”, dijeron los analistas de Commerzbank, liderados por Carsten Fritsch.
Estas previsiones de menor oferta han intensificado las expectativas de escasez en el mercado, apoyando así los precios en el corto plazo.
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El clima en Brasil
La situación adversa que ha vivido el café en el último año se debe en parte a los retos que han tenido que pasar los agricultores de Brasil, el mayor productor del grano, que abastece el 40% de la demanda mundial.
El año pasado, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, estimó que más de la mitad del territorio brasileño sufrió la peor sequía en cinco décadas. De acuerdo con el Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea), las lluvias registradas en febrero y marzo en el sur de Minas Gerais y algunas zonas de São Paulo fueron irregulares y concentradas en pocos días.
Aunque en abril se presentaron precipitaciones en varias regiones, persisten las preocupaciones respecto al llenado y maduración de los granos, que en muchos casos no han alcanzado el tamaño deseado. Se estima que la cosecha de café arábica comience a mediados de mayo en Minas Gerais, agregó Cepea.

Respecto al café robusta, se anticipa que las labores de cosecha se intensifiquen a finales de abril en el estado de Espírito Santo, principal productor de esta variedad.
La perspectiva extendida indica que la próxima semana se caracterizará por tiempo seco y estable en la mayoría de las regiones cafetaleras del sudeste brasileño.
Este escenario favorecerá el avance de las labores de campo en las fincas, justo en momentos previos al inicio de la cosecha 2025/26. No obstante, hacia el fin de semana siguiente, podría registrarse un nuevo descenso en las temperaturas mínimas, ante la eventual llegada de otra masa de aire frío.
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El informe de Cepea advierte que la reciente disminución de las temperaturas ha afectado el proceso de maduración, manteniendo los granos en un estado muy verde, lo que podría comprometer la calidad de la producción de la campaña 2025/26, ya que los granos inmaduros deterioran las características en taza.
Impacto en el consumidor
Pese a este reciente dinamismo, Commerzbank advierte que los precios por encima de los US$4 podrían no ser sostenibles en el mediano plazo.
Aunque los aumentos de precios en café y cacao aún no han tenido un impacto visible en la demanda, persisten dudas sobre la capacidad de los consumidores para absorber aumentos. “Seríamos prudentes al concluir que la demanda no se verá afectada por el alto nivel de precios a largo plazo”, dijo el análisis del banco alemán.

Esta semana, Nestlé y Unilever registraron ventas superiores a las estimaciones en el primer trimestre de 2025, pese a enfrentar un entorno de costos crecientes en materias primas clave como el café y el cacao.
Ambas compañías han respondido con nuevas alzas de precios, aunque reconocen el riesgo de debilitar aún más la percepción de valor por parte del consumidor, un efecto que ya vivieron tras la pandemia.
Ambas multinacionales reafirmaron su perspectiva de crecimiento para el resto del año, aunque reconocen los desafíos de operar en un entorno global marcado por la incertidumbre. El CEO de Unilever, Fernando Fernández, admitió que el precio debe ser “el último recurso” y mencionó que la compañía evalúa alternativas como la reducción de tamaños de empaque para sostener márgenes.
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Por su parte, el director ejecutivo de Nestlé, Laurent Freixe, subrayó que la debilidad del sentimiento del consumidor es generalizada, no sólo en EE.UU., lo cual obliga a una estrategia más selectiva en los ajustes de precios.