El mercado accionario estadounidense viene enfrentando un año que ha dejado mucho qué desear y Apple Inc. (AAPL) y Nvidia Corp. (NVDA), lejos de estar exentas del fenómeno, muestran caídas superiores al 20% en lo que va de 2025.
Sin embargo, Morgan Stanley (MS) ha publicado informes en las últimas horas con una mirada constructiva respecto de ambos valores.
Apple es la empresa de mayor cotización bursátil en el mundo, mientras que Nvidia aparece en el tercer lugar, muy cerca de Microsoft Corp. (MSFT), la segunda, pese a la caída sufrida en estos cuatro meses del año.
¿Qué dijo Morgan Stanley sobre Apple?
Morgan Stanley recomendó sobreponderar la acción de Apple y le asignó un precio objetivo a 12 meses de US$220. Esto implica un margen alcista de 15% en relación al cierre del jueves 10.
Desde que se introdujeron los aranceles a las importaciones chinas a comienzos de marzo, Erik Woodring, analista senior de Morgan Stanley, ha notado que el consenso del mercado ha sido que Apple se vería obligada a aumentar los precios del iPhone con el fin de compensar el costo creciente de los insumos que se usan para producirlo, que son importados desde China, y que actualmente tienen una tarifa arancelaria del 125%.
Pero al proyectar más allá de los trimestres de junio y septiembre, y al centrarse en el ciclo del iPhone 17, Woodring plantea que existen alternativas menos disruptivas que Apple podría considerar para mitigar el impacto de estos aranceles, sin necesidad de incrementar los precios unitarios de los modelos actuales.
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En primer lugar, el analista considera que, aprovechando la tregua recíproca de 90 días en los aranceles, Apple buscaría apoyarse en sus socios fabricantes por encargo en India (Hon Hai Precision, Pegatron Corporation y Tata) y comunicar así su intención de aumentar significativamente la producción local, con el objetivo de abastecer la demanda estadounidense del iPhone.
Según sus estimaciones, la producción actual de iPhone en India oscila entre 30 y 40 millones de unidades al año, de las cuales, más de 12 millones estarían destinadas al mercado interno indio. Woodring recuerda, además, que funcionarios del gobierno de India han manifestado anteriormente su aspiración de que el país represente el 25% de la producción global del smartphone de Apple.
En segundo lugar, Woodring sugiere que, en lugar de incrementar los precios de los modelos base de forma directa, Apple podría repetir una estrategia utilizada en ocasiones anteriores: eliminar la versión de menor almacenamiento del iPhone, lo que elevaría el precio promedio por unidad sin modificar el precio de lista del modelo estándar.
En tercer lugar, prevé que Apple podría recurrir al uso de planes de financiación, mayores subsidios de operadoras y valores de recompra más altos como mecanismos para compensar el encarecimiento aparente de los dispositivos, sin que ello implique un aumento explícito de los precios al comprador.
Si Apple logra que India cubra al menos el 60% de la demanda estadounidense de iPhones para 2026 (equivalente a 40 millones de unidades), Woodring calcula que aún se importarían unos 25 millones de iPhones desde China.
En caso de que estos dispositivos quedaran sujetos al arancel completo del 125%, estima que ello supondría un costo adicional de US$17.000 millones por los aranceles.
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Si China se concentrara exclusivamente en el ensamblado de los modelos de mayor almacenamiento (y por ende, de mayor margen), señala que Apple podría absorber poco más de la mitad de esos US$17.000 millones en tarifas, sin comprometer el margen bruto promedio actual por iPhone, lo que le dejaría sólo un remanente de entre US$7.000 y US$8.000 millones en costos adicionales, que seguirían impactando su modelo de negocio.
Si Apple consiguiera que sus proveedores compartan ese impacto arancelario en partes iguales, Woodring proyecta que, después de impuestos, el efecto en las ganancias sería de aproximadamente US$0,30 por acción, lo que equivale al 3,5% de la estimación de beneficios por título del consenso de mercado para el año calendario 2026 (lo que incluye también el arancel del 10% aplicado por India).
¿Qué dijo de Nvidia?
Joe Moore, managing director en Morgan Stanley ubicó a Nvidia entre sus top picks (acciones preferidas) y recomendó sobreponderar, con un precio objetivo a 12 meses de US$162 (margen alcista del 51% en relación al cierre del 10 de abril).
El ejecutivo destacó que Nvidia presenta algunas de las rutas de mitigación más accesibles frente al impacto de los aranceles. Dado que una gran parte de sus ingresos proviene de una sola familia de productos, él considera que la empresa es más sencilla de analizar en este contexto.
Moore ha señalado que el rendimiento del sector de semiconductores en general va a seguir el liderazgo de Nvidia. Con la acción cotizando a unas 20 veces las ganancias estimadas del consenso para 2025, estima que difícilmente las acciones de competidores o proveedores de Nvidia puedan mostrar un buen desempeño si Nvidia no lo hace.
Moore advierte que los desafíos siguen siendo significativos, ya que habrá impuestos a nivel de sistema que terminan afectando a todos los actores involucrados, aunque los semiconductores están exentos de los aranceles recíprocos,
Morre cree que Nvidia es una de las compañías relativamente más protegidas frente a este nuevo escenario, con un impacto directo mínimo. Explica que, en el caso de una tarjeta de Nvidia, fabricada por un ODM en Taiwán y vendida a un cliente de centro de datos en Estados Unidos —por ejemplo, una B200—, el arancel del 10% inicial (que escalaría hasta el 32%) se aplicaría sobre el costo de los materiales del hardware, que estima representan el 80% del costo de ventas en un negocio con un margen bruto del 75%.
Así, el arancel sobre el 20% de los ingresos implicaría un impacto actual de 2%, que podría crecer entre el 6% y 6,5%.
Moore comenta que, inicialmente, tenía la esperanza de que la exención para semiconductores eliminara estos componentes del cálculo arancelario, pero ya no cree que ese sea el caso. En consecuencia, si los chips son finalmente gravados, advierte que podría tratarse de una situación de doble imposición.
Aun así, Moore señala que sus contactos en la industria no se muestran especialmente preocupados por los aranceles, dado que la demanda sigue siendo sólida. Las unidades Blackwell están agotadas y la sensibilidad al precio es baja.
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Moore considera que el gasto sostenido en inteligencia artificial y la flexibilidad relativa de la cadena de suministro de Nvidia permitirán que la empresa mantenga un desempeño superior, incluso en un entorno con mayores aranceles.
Sin embargo, reconoce que el riesgo de recesión es relevante —como lo es para la mayoría de las acciones del sector— y que las restricciones a las exportaciones también siguen siendo una amenaza importante, pero cree que esos riesgos justifican que la acción cotice a un múltiplo históricamente bajo.