Bloomberg — Es probable que el retroceso de las acciones estadounidenses sea breve y poco profundo, ya que los beneficios empresariales y las perspectivas económicas siguen siendo sólidos, según Steve Chiavarone, subdirector de inversiones de Federated Hermes.
Las acciones estadounidenses han comenzado septiembre con una nota sombría, ya que los inversores se replantean las elevadas valoraciones de las tecnológicas, mientras que una venta masiva de bonos por las preocupaciones sobre el gasto público ha golpeado la confianza. Esta semana la atención se centra en los datos clave del mercado laboral antes de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal.
“En todo caso, hay que añadir debilidad”, dijo Chiavarone en una entrevista. “Si se elimina el ruido y la volatilidad, no voy a apostar contra el mercado estadounidense en un entorno en el que los beneficios crecen, las estimaciones se aceleran, los datos económicos son buenos y las tasas van a bajar”.
Chiavarone, cuya firma tenía casi US$850.000 millones en activos a 30 de junio, dijo que el retroceso de las acciones era saludable, ya que eliminaría la “espuma” tras un rally de cuatro meses.
“No se puede ir de los mínimos de abril a la luna en línea recta”, dijo, y añadió que espera posibles oportunidades de compra en los sectores vinculados al crecimiento económico y en los valores sensibles a las tasas.
Otros analistas del mercado, como Michael Wilson, de Morgan Stanley, también afirmaron que las perspectivas a largo plazo para las acciones estadounidenses permanecen intactas ante la posibilidad de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés. Los estrategas de Evercore ISI esperan que el S&P 500 suba alrededor de un 20% a finales de 2026, apuntalado por las apuestas en inteligencia artificial.
Los futuros de los índices bursátiles estadounidenses rebotaron este miércoles, con los contratos del Nasdaq 100, de gran peso tecnológico, subiendo un 0,6%.
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