Bloomberg — Temerosos de perderse un repunte similar al de Argentina, los inversores se están volcando en Brasil apostando a que un candidato favorable a las empresas ganará las elecciones del próximo año.
“Una cosa es ser gestor de un fondo internacional que se perdió un rally como el de Argentina”, dijo Ronaldo Patah, estratega de inversiones para Brasil en UBS Global Wealth Management. “Pero no Brasil. Brasil es enorme, y un gestor de fondos de mercados emergentes que se pierda un rally de Brasil está fuera”.
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UBS Wealth (UBS) ya mejoró el mercado de renta variable del país en junio citando las valoraciones con descuento y el ciclo de relajación previsto del banco central. Desde entonces, el índice bursátil brasileño, Ibovespa (IBOV), ha repuntado un 5%, elevando las ganancias en lo que va de año al 19% y alcanzando máximos históricos.
Los extranjeros, en particular, gastaron 1.200 millones de reales (US$226 millones) en comprar acciones en agosto, mientras que los locales retiraron esa misma cantidad. Es el sexto mes en lo que va de año en el que han puesto dinero en Brasil de forma neta, frente a sólo tres meses de entradas en 2024.
Aunque esa tendencia se ha invertido en los últimos días, Patah dijo que el hecho de que el Ibovespa haya estado marcando máximos suele desencadenar cierta recogida de beneficios. Las expectativas de relajación monetaria, tanto a nivel local como en EE.UU., también están ayudando a impulsar los activos de los mercados emergentes.
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Puede que falte más de un año para que los brasileños acudan a las urnas, pero los inversores no quieren perderse una oportunidad que podría resultar como la de Argentina.
Ya 18 meses antes de las elecciones, los operadores apostaban a que los argentinos se desharían de los candidatos peronistas de izquierdas en favor de alguien más favorable al mercado. Eso fue incluso antes de que el ahora presidente Javier Milei fuera un serio aspirante en la carrera.
El índice Merval de la nación experimentó una subida del 142% en 2022, y el repunte se intensificó durante el año electoral, ganando la friolera del 360% en 2023.
Así que los operadores motivados por el FOMO están observando de cerca cómo Brasil entra en su propio ciclo de campaña. Las recientes encuestas que muestran la decreciente popularidad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva han servido de impulso para los activos, mientras que las esperanzas de que el gobernador de Sao Paulo, Tarcisio de Freitas, pueda entrar en la carrera han servido de detonante positivo para los mercados.
“La gente está buscando la próxima Argentina. Si tanto la política como la política monetaria se mueven en la dirección correcta, podríamos ver un repunte único en la vida en Brasil”, dijo Malcolm Dorson, gestor senior de carteras de Global X Management. “Pero ambos son todavía grandes ‘si’”.
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Aunque Lula se ha visto revitalizado por la amenaza de aranceles del presidente estadounidense Donald Trump, una reciente encuesta de AtlasIntel publicada el 28 de agosto mostraba que su aprobación había caído al 48%, dos puntos menos que en julio. La encuesta también mostraba a Lula por detrás de Freitas 48,4% a 46,6% en una hipotética segunda vuelta.
Mientras tanto, el expresidente Jair Bolsonaro -líder del movimiento derechista de Brasil- fue condenado el jueves por el Tribunal Supremo por intento de golpe de Estado en 2022. Su clan político se ha sumido en el caos y no tiene un sucesor claro. Freitas ha insistido hasta ahora en que no se presentará a las elecciones.
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“Es imposible decir que ya se ha definido algo sobre las elecciones porque todo el mundo sabe que será una elección muy reñida y que aún falta mucho”, dijo Patah.
Pero los recientes vaivenes en la popularidad de Lula han “creado algo de esta ansiedad en el mercado”.
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