Bloomberg Línea — Las acciones del fabricante de vehículos eléctricos Tesla (TSLA) se han anotado una caída de más de un 53% desde su máximo histórico en los US$488,54, registrado el 18 de diciembre del 2024, en medio de las dudas sobre las entregas para el primer trimestre y los efectos de la política comercial de Donald Trump.
Los títulos de la compañía del magnate sudafricano Elon Musk, quien lidera el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU., sufrieron un revés el lunes 10 de marzo al desplomarse un 15%, lo que llevó incluso al mandatario estadounidense, Donald Trump a intervenir. El martes, las acciones cerraron con una caída de más del 50% desde su máximo histórico alcanzado a mediados de diciembre.
La Casa Blanca se convirtió en una vitrina de los carros de Tesla el martes y Trump dijo que compraría un auto de la marca para apoyar a Musk.
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Las reacciones a la estrategia de Trump derivaron en un rebote de la acción y esta subió un 6% el miércoles a las 10:45 a.m. en Nueva York, según datos de Bloomberg.
Citado por Bloomberg, Brian Mulberry, gestor de cartera de clientes de Zacks Investment Management Inc, cree que “la presión bajista está ganando y hay más espacio para que la acción caiga en los próximos 30-60 días”. A su juicio, las acciones “pueden bajar fácilmente a 200 dólares o incluso menos a corto plazo”.
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Recientemente, el presidente Trump ha anunciado su apoyo a Tesla, declarando un delito de terrorismo doméstico los ataques que han sufrido ciertos concesionarios de la compañía en Estados Unidos.
Pero para Alexander Londoño, analista de Mercados en la firma de corretaje con sede en el Reino Unido ActivTrades, ni siquiera el respaldo de Trump sería suficiente para detener la caída de las acciones “hasta que Elon Musk no se ponga de nuevo al frente de su empresa”.
Explica que la caída de Tesla se debe a varios factores que están afectando el desempeño de la compañía actualmente y que a futuro podrían continuar presionando al precio de sus acciones en bolsa. Entre estas razones, destaca tres en un análisis compartido a Bloomberg Línea:
- Fuerte competencia para la marca: Tesla viene luchando con una fuerte competencia dentro de Estados Unidos y en el extranjero. En casa, Ford (F) y General Motors (GM) son los principales competidores de Tesla con varios modelos de coches eléctricos programados para salir al mercado en el futuro.
Actualmente, indica Londoño, General Motors ya compite con Tesla en los mercados de los coches eléctricos con modelos como el Sierra EV Denali, el Cadillac Lyric, el Chevrolet Bolt y el GMC Hummer EV que le hace competencia al Cybertruck, de Tesla. Ya en el extranjero, Tesla se enfrenta a una fuerte competencia de marcas de coches eléctricos, principalmente de China como BYD y NIO, “las cuales han lanzado al mercado modelos mucho más asequibles que los coches de Tesla”.
- Elon Musk y la política: en opinión del analista de Mercados de ActivTrades, “la estrecha relación de Elon Musk con el presidente Donald Trump y su intromisión en la política estadounidense también le está pasando factura a las acciones de su empresa”. Explica que para un segmento de los inversores, Musk “está descuidando las operaciones de Tesla por estar más pendiente de sus asuntos en el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU. (DOGE) creado por Trump”.
Musk destinó unos US$10 de millones para impulsar la candidatura del líder republicano. Para Alexander Londoño, la labor de Musk en DOGE le ha hecho ganar nuevos enemigos y detractores, lo cual se reflejaría en la reducción de las ventas de Tesla en Estados Unidos e incluso en el exterior. En una entrevista televisiva con Bloomberg, Carson Block, director ejecutivo de la firma de investigación de inversiones Muddy Waters Capital, se cuestionó al respecto: “¿Está causando un daño irreparable a la marca Tesla con su participación política? Quizás”, dijo Block.
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- Las medidas arancelarias de Trump: atado a lo anterior, se proyecta que el aumento de los aranceles por parte de Trump al aluminio y acero proveniente de Canadá y demás países incremente los costes de producción de las automotrices estadounidenses, incluyendo a Tesla.
Adicionalmente, explican desde ActivTrades que el aumento de los aranceles por parte de Trump ha estado presionando a las bolsas de valores estadounidenses en general, ya que eso aumenta las probabilidades de una recesión o desaceleración económica profunda, “lo cual también contribuye a que las acciones de Tesla se debiliten junto con el resto de los mercados financieros”. El miércoles 12 de marzo entraron en vigor los aranceles de EE.UU. del 25% al acero y aluminio importados, con repercusiones en mercados como China, pero también en países latinoamericanos como Brasil y México
