Bloomberg — Oracle Corp. (ORCL), el otrora conservador gigante de bases de datos que ha tomado préstamos por decenas de miles de millones de dólares y ha ligado su destino al auge de la inteligencia artificial, se está convirtiendo rápidamente en el barómetro del mercado crediticio para medir el riesgo asociado a la IA.
En los últimos meses, los operadores se han volcado a los credit default swaps (CDS) de la compañía, ya que su enorme gasto vinculado a la inteligencia artificial, su papel central en una red de acuerdos interconectados y su menor calificación crediticia en comparación con empresas como Microsoft Corp. (MSFT) o Alphabet Inc. (GOOGL) han hecho de estos contratos la vía preferida del mercado para cubrirse —y apostar en contra— del auge de la IA.
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El costo de protegerse contra un eventual impago de Oracle a cinco años se triplicó en los últimos meses, alcanzando el miércoles 1,11 puntos porcentuales anuales, o unos US$111.000 por cada US$10 millones de deuda asegurada, según ICE Data Services.
Mientras los escépticos de la IA se apresuraban a entrar, el volumen de negociación de los CDS de Oracle se disparó hasta unos US$5.000 millones en las siete semanas que terminaron el 14 de noviembre, frente a poco más de US$200 millones en el mismo período del año pasado, según Jigar Patel, estratega de crédito de Barclays Plc. (BCS).
“Como suele ocurrir en los mercados, la liquidez genera más liquidez, y una vez que ese ciclo comienza, tiende a mantenerse”, dijo Matt Schrager, codirector de TD Securities Automated Trading.
Las acciones de Oracle también reflejan la creciente preocupación de los inversionistas: perdieron cerca de un tercio de su valor entre el 10 de septiembre y el cierre del miércoles. Un portavoz de la compañía declinó hacer comentarios.

Para ser claros, pocos sugieren que la empresa —que cuenta con calificaciones de grado de inversión y una capitalización bursátil cercana a US$620.000 millones— esté en riesgo real de incumplir sus obligaciones a corto plazo. Más bien, la idea es que si la confianza de los inversionistas en la IA se debilita, los CDS de Oracle subirán aún más, generando beneficios para quienes compraron estos derivados y compensando posibles pérdidas en una venta generalizada.
Tras el cierre del miércoles, Nvidia Corp. (NVDA) presentó un pronóstico de ingresos mejor al esperado, lo que alivió las recientes preocupaciones sobre la pérdida de impulso en la IA. Eso ayudó a reducir el precio de los CDS de Oracle a cerca de 1,08 puntos porcentuales el jueves por la mañana.
Oracle figura entre las empresas que más están invirtiendo en inteligencia artificial. Junto a OpenAI y SoftBank Group Corp., es un actor clave en Stargate, un proyecto que busca invertir rápidamente US$500.000 millones en infraestructura de IA. Como parte de esa iniciativa, un consorcio de unos 20 bancos está otorgando un préstamo para financiación de proyectos por unos US$18.000 millones para construir un campus de centros de datos en Nuevo México, del que Oracle asumirá como inquilino.
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La empresa también vendió en septiembre US$18.000 millones en bonos de grado de inversión, una de las mayores emisiones corporativas en Estados Unidos del año.
Analistas de Morgan Stanley (MS) escribieron el mes pasado que esperan que la deuda neta ajustada de Oracle más que se duplique hasta unos US$290.000 millones para el ejercicio fiscal 2028, frente a unos US$100.000 millones actuales, y recomendaron comprar tanto sus CDS como sus bonos a cinco años.
Según estrategas de JPMorgan Chase & Co. (JPM), las compañías podrían vender alrededor de US$1,5 billones en bonos de alta calidad en los próximos años para financiar inversiones relacionadas con la inteligencia artificial. Otros mercados, incluidos los bonos basura y los préstamos apalancados, también se verán inundados de deuda vinculada a la IA, añadió el banco.
Citadel Securities estima que los llamados hiperescaladores venderán este año unos US$100.000 millones en bonos de grado de inversión netos, y considera que esa cifra será un piso para el próximo año.
“La IA es el ‘Proyecto Manhattan’ de los hiperescaladores”, escribieron analistas de crédito de Citadel, entre ellos Jeff Eason, en una nota reciente, en referencia al desarrollo de la bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial. “Los directores ejecutivos consideran que el riesgo de no ganar es igual o incluso mayor que el de gastar de más”.
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