Bloomberg — A medida que la caída de las acciones de Tesla (TSLA) va de mal en peor, algunos inversores se preparan para más caídas en el futuro.
Las acciones de la compañía de vehículos eléctricos liderada por Elon Musk han caído cerca de un 40% desde su máximo de finales de 2024, un retroceso que se aceleró en los últimos días después de que los datos mostraran que las ventas de autos de Tesla en Europa se redujeron casi a la mitad en enero.
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El descenso de aproximadamente el 17% en el precio de las acciones de esta semana sugiere que la ralentización en el negocio principal de automóviles de Tesla está empezando a inquietar a los operadores.
Son malas noticias para una acción cuya fortuna se ha visto impulsada por el entusiasmo de los inversores tanto como por sus fundamentos.
“La verdadera dificultad con cualquier acción que esté tan ricamente valorada como Tesla es poder llamar a un suelo”, dijo Steve Sosnick, estratega jefe de Interactive Brokers.
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“Dado que Tesla ha desafiado las valoraciones convencionales durante tanto tiempo, un mínimo tiene más que ver con el sentimiento de los inversores que con las métricas normales que podrían utilizar los inversores en valor”.
Los problemas de Tesla se han acumulado rápidamente este año. Las acciones se dispararon tras las elecciones presidenciales de EE.UU. por las apuestas a que Musk se beneficiaría de su estrecha asociación con el presidente Donald Trump. Pero la confianza de los inversores se desvaneció en enero, cuando la empresa informó de unas débiles cifras de entregas en el cuarto trimestre y sus ventas mostraron la primera caída anual en más de una década.
Un informe de resultados posterior mostró unos beneficios trimestrales inferiores a los esperados, justo cuando la empresa rebajó sus perspectivas de ventas para 2025.
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El valor de mercado de Tesla cayó esta semana por debajo del billón de dólares por primera vez desde noviembre, situándose por debajo de Berkshire Hathaway Inc. (BRK/A) y Broadcom Inc. (AVGO) en el ranking de las empresas estadounidenses más valiosas. Sus acciones están a un cierre negativo de empatar la racha de pérdidas más larga de su historia.
Faltan catalizadores para un repunte
Por ahora, se aprecian pocos catalizadores para un repunte. Los analistas no esperan una actualización significativa sobre el plan de la empresa para un vehículo totalmente autoconducido a corto plazo.
Un competidor, la china BYD Co., dijo a principios de este mes que planeaba habilitar funciones avanzadas de asistencia al conductor en casi todos los modelos futuros sin coste adicional. La preocupación de Musk por la política también ha preocupado a los inversores, a quienes les gustaría verle dedicar más tiempo a dirigir el fabricante de vehículos eléctricos.
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La elevada valoración de las acciones es otro motivo de cautela. Las acciones de Tesla cotizan a 92 veces los beneficios futuros, en comparación con las 21 veces del S&P 500 y una media de 28 veces de los pares de megacapitalización de Tesla.
Su reciente caída se ha producido en medio de un desplome del mercado en general que ha arrastrado al S&P 500 cerca de un 5% desde el máximo histórico alcanzado este mes.
Cualquiera de esos factores puede ser la razón por la que algunos inversores se están preparando para más turbulencias, en lugar de comprar la caída. Una medida del posicionamiento de las opciones, el sesgo implícito en las opciones a un mes, se volvió bajista la semana pasada por primera vez desde noviembre, señal de que los operadores buscan protección contra futuros descensos.
Los operadores de opciones están pagando la mayor prima para protegerse contra una caída de las acciones de Tesla desde que una liquidación sacudió los mercados en agosto.
Los estrategas técnicos, que estudian los gráficos para predecir hacia dónde puede dirigirse una acción, no son menos cautelosos. Una de las razones es el gran impulso del actual retroceso de las acciones, junto con su historial de intensa volatilidad.
Mark Newton, jefe de estrategia técnica de Fundstrat, espera que las acciones reboten desde el nivel de US$275, que es aproximadamente un 2,5% inferior a donde cerraron el jueves. Una ruptura por debajo de esa cifra podría hacer que la acción probara un nuevo soporte en los US$260, dijo, un nivel que había visto por última vez antes de las elecciones.
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Por supuesto, incluso los inversores más bajistas de Tesla saben que el sentimiento sobre la acción puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, incluso si los fundamentales tienen un aspecto nefasto.
El ejemplo más reciente se produjo durante el rally postelectoral de Tesla, durante el cual el precio de las acciones de la empresa casi se duplicó en solo 29 sesiones de negociación.
Sin embargo, los inversores que se aferran a un cambio de tendencia podrían tener un camino difícil, dijo David Mazza, director ejecutivo de Roundhill Financial.
“Esperamos que Tesla siga bajo presión a corto plazo, ya que los inversores sopesan los beneficios de la prima ‘First Buddy’ de Musk con la realidad de su negocio de vehículos eléctricos luchando en mercados estratégicamente importantes”, dijo.
“Es un reto decir cuál es el camino correcto para las acciones teniendo en cuenta estas narrativas opuestas”.
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