Bloomberg — La guerra arancelaria del presidente Donald Trump está acelerando el impulso comercial y de inversión de Pekín hacia las naciones en desarrollo conocidas como el Sur Global, según una investigación de S&P Global, creando potencialmente un nuevo orden comercial dominado por las empresas chinas.
Las exportaciones de bienes de China en la última década se han duplicado a naciones principalmente del sudeste asiático, América Latina y Medio Oriente, en comparación con un crecimiento del 28% a EE.UU. y del 58% a Europa Occidental, dijo S&P Global en un informe el martes. Esa tendencia se ha acelerado en los cinco años transcurridos desde el primer mandato de Trump.
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El impulso impulsado por los aranceles se produce mientras las empresas chinas buscan nuevos mercados en el extranjero a medida que la segunda mayor economía del mundo se ralentiza, y mientras sus empresas tratan de hacerse con centros de fabricación de bienes que van desde los vehículos eléctricos a la electrónica.
“Las grandes incertidumbres derivadas de los aranceles estadounidenses y la ralentización de China seguirán motivando a las empresas chinas a dirigirse al Sur Global”, señalan los economistas de S&P Global en el informe. “El resultado podría ser un nuevo orden del comercio mundial en el que el comercio Sur-Sur se convierta en el nuevo centro de gravedad y las multinacionales chinas emerjan como los nuevos actores clave”.

Los datos económicos de la semana pasada subrayaron el dolor de los aranceles estadounidenses sobre la economía china, con un aumento de la actividad fabril al ritmo más lento desde noviembre y una caída de la inversión en propiedades e infraestructuras. Las exportaciones a EE.UU. se desplomaron en julio por cuarto mes consecutivo, según las cifras publicadas el 7 de agosto, aunque los envíos a países desde África hasta el sudeste asiático compensaron con creces la caída.
En los últimos meses, las autoridades chinas han tratado cada vez más de reforzar las relaciones con las naciones en desarrollo, reduciendo las barreras comerciales y firmando nuevos acuerdos comerciales. En junio, el presidente Xi Jinping dijo que eliminaría todos los aranceles a la importación de casi todas las naciones africanas, y ha asistido a cumbres y mantenido reuniones con líderes de América Latina y del Sudeste Asiático.
El comercio de China con sus 20 socios más importantes del Sur Global representa ahora una media del 20% del producto interior bruto de esos países, según S&P Global. Además, más de la mitad del superávit comercial total de China es con el Sur Global, en comparación con el 36% de EE.UU. y el 23% de Europa Occidental.
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Se han producido algunas reacciones negativas que los funcionarios chinos tendrán que sortear, señaló S&P Global, incluidos los trabajadores y los grupos industriales que se manifiestan en contra de las importaciones baratas que están dislocando la industria local.
“A pesar de estos riesgos, las elevadas incertidumbres derivadas de los aranceles estadounidenses y la ralentización de China seguirán motivando a las empresas chinas a dirigirse al Sur Global”, escribieron sus economistas en la nota.
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