Pese a la guerra comercial, China sigue siendo indispensable para Estados Unidos

Las exportaciones chinas siguen firmes seis meses después del inicio de la guerra comercial de Trump. Ni los aranceles de 55% ni la caída del comercio total frenan productos esenciales que EE.UU. aún no puede reemplazar.

PUBLICIDAD
Operations At The Port Of Los Angeles
Por Bloomberg News
22 de octubre, 2025 | 02:13 PM

Bloomberg — A seis meses del inicio de la guerra comercial de Donald Trump, la resiliencia de las exportaciones chinas demuestra cuán esenciales siguen siendo muchos de sus productos, incluso después de la aplicación de aranceles de 55% por parte de EE.UU.

Cada día, alrededor de US$1.000 millones en mercancías cruzan el Pacífico desde China hacia EE.UU., y el monto aumentó en septiembre respecto de agosto. Pese a las caídas de dos dígitos en el valor del comercio total durante el último semestre, algunos productos registraron un incremento frente a 2024, desafiando las tensiones comerciales entre Pekín y Washington.

PUBLICIDAD

Ver más: Trump confía en una reunión exitosa con Xi, aunque advierte que podría cancelarse

El resultado es que los aranceles de EE.UU. parecen tener una capacidad limitada para controlar lo que las empresas estadounidenses importan, ya que el dominio de China en sectores como tierras raras y electrónica hace que sus productos sean difíciles de reemplazar, al menos en el corto plazo.

Eso podría cambiar con el tiempo, especialmente si Trump eleva aún más los aranceles, como ha amenazado en reiteradas ocasiones.

PUBLICIDAD
Chinese Exports to US Are Down 17% This Year | But Chinese firms still reported shipping $317 billlion worth of goods

“La fuerte posición de China en las cadenas globales de suministro le da cierto poder de negociación con los importadores estadounidenses en el corto plazo”, escribieron los economistas de Bloomberg Chang Shu y David Qu, quienes advirtieron que otros países no pueden sustituir rápidamente a China como proveedor de EE.UU. “Reorientar la producción tomará tiempo”, añadieron.

Todo esto le da al presidente Xi Jinping más margen de maniobra en las conversaciones para extender una tregua arancelaria de 90 días que expira en noviembre. En el tercer trimestre, más de US$100.000 millones en bienes chinos llegaron a EE.UU., ayudando a Pekín a mantener el crecimiento económico en línea con su meta anual y elevando el superávit comercial bilateral a US$67.000 millones.

Ver más: Trump admite que los elevados aranceles contra China “no son sostenibles”

Trump predijo el martes que su próxima reunión con su homólogo chino producirá un “buen acuerdo” comercial, aunque advirtió que el encuentro previsto para la cumbre de la próxima semana en Corea del Sur aún podría fracasar.

El líder estadounidense ha señalado las tierras raras, el fentanilo y la soja como los principales temas comerciales que discutirá con China.

US Buying a Lot of E-Bikes from China | Shipments unchanged at $1.2 billion so far this year despite tariffs

Y no se trata solo de aquellos productos cuyo suministro global está dominado por China, como los imanes esenciales para la manufactura estadounidense o los químicos utilizados en medicamentos.

Aunque casi todas las diez principales exportaciones hacia EE.UU. cayeron el trimestre pasado frente al año anterior, los envíos de cigarrillos electrónicos aumentaron, según un análisis de Bloomberg basado en datos aduaneros chinos. También crece la demanda estadounidense de bicicletas eléctricas: las empresas chinas exportaron más de US$500 millones en el trimestre terminado en septiembre, un leve aumento interanual.

Ver más: Tierras raras, fentanilo y soya: Trump fija exigencias a China antes de nuevas negociaciones

Las exportaciones de cátodos de cobre refinado se dispararon desde casi cero hasta US$270 millones en los últimos tres meses, mientras que las de cables eléctricos aumentaron 87% hasta US$405 millones.

“Ambas partes pueden reducir su dependencia mutua, pero no puede reducirse a cero”, señaló Zhaopeng Xing, estratega sénior de China en Australia & New Zealand Banking Group.

Las grietas en el muro arancelario de Trump probablemente estén facilitando parte del comercio al mantener bajos los costos.

Xing explicó que los importadores estadounidenses pueden pagar un arancel menor al declarar el valor en aduana de los bienes según su primera venta en un tercer país y luego aumentar el precio cuando los productos llegan a un puerto de EE.UU. El envío indirecto a través de México o Vietnam implica que algunas empresas probablemente no paguen el impuesto completo.

“Hay muchos vacíos legales”, agregó Xing. “La aduana estadounidense simplemente no tiene suficiente personal para abordarlos”.

En el trimestre julio-septiembre, las empresas chinas enviaron casi US$8.000 millones en teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, tabletas y piezas electrónicas a EE.UU. Aunque esto representa menos de la mitad del monto vendido en el mismo período del año pasado, sigue siendo un volumen considerable pese a los altos aranceles.

Ver más: Trump y Xi provocan nuevo choque con riesgo para la economía mundial

Y a pesar del fin de la regla “de mínimis”, que permitía la entrada libre de impuestos de pequeños paquetes a EE.UU., los consumidores estadounidenses siguen comprando miles de millones de dólares en mercancías de plataformas de comercio electrónico como Shein Group Ltd. y Temu, de PDD Holdings Inc. Aunque gravados con 54%, los datos chinos muestran que se enviaron a EE.UU. unos US$5.400 millones en pequeños paquetes desde que el gobierno de Trump cerró ese vacío legal en mayo.

Las exportaciones de comercio electrónico entre empresas también se dispararon, saltando a US$201 millones en septiembre desde unos US$31 millones en agosto. El aumento podría indicar que las plataformas chinas en línea están pasando de vender directamente a los consumidores estadounidenses a enviar primero al por mayor y luego fraccionar la mercancía en territorio estadounidense.

Ver más: La ofensiva de Xi con las tierras raras da a Trump una vía para reagrupar a los aliados

Pese a todo, China y EE.UU. parecen dirigirse hacia un futuro comercial más reducido, ya que Trump busca reactivar la manufactura nacional y priorizar el regreso de industrias críticas. Los envíos desde China este año se han reducido a menos de US$320.000 millones, aproximadamente el mismo nivel de 2017, antes de la primera guerra comercial de Trump.

Las exportaciones de consolas de videojuegos colapsaron. Empresas como Nintendo Co. y Microsoft Corp. (MSFT) han optado por despacharlas desde Vietnam y otros países para evitar los aranceles más altos de China. Además, los consumidores estadounidenses ahora compran televisores en otros mercados, con una caída de 73% en el valor de los sets LCD exportados desde China a EE.UU. el trimestre pasado.

En cuanto a otros productos, como los barcos comerciales, EE.UU. ya se había desvinculado de China antes de que Trump impusiera tarifas a las embarcaciones construidas en ese país que atracan en puertos estadounidenses.

Pese a la resiliencia, el daño infligido al comercio entre EE.UU. y China este año ya es peor que durante el primer mandato de Trump, según el Fondo Monetario Internacional.

“La desvinculación comercial bilateral entre Estados Unidos y China parece estar ocurriendo antes en comparación con el impacto arancelario de 2018–2019”, indicó el FMI en un informe publicado este mes.

Lea más en Bloomberg.com

PUBLICIDAD