Bloomberg — Los consumidores estadounidenses pisaron el freno en abril tras el mes de mayor gasto desde principios de 2023, mientras que la inflación se mantuvo moderada, en consonancia con la desaceleración de la economía.
El gasto personal ajustado a la inflación aumentó un 0,1% tras subir un 0,7% el mes anterior, según datos de la Oficina de Análisis Económico publicados este viernes.
El índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE, por sus siglas en inglés) excluidos los alimentos y la energía, aumentó un 0,1% con respecto al mes anterior. En comparación con el año anterior, el llamado indicador de inflación subyacente subió un 2,5% desde abril de 2024, el menor avance anual en más de cuatro años.
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Las cifras ilustran el trasfondo de ansiedad entre muchos consumidores estadounidenses sobre la economía tras el trimestre más débil en cuanto a gasto en casi dos años. Aunque el aumento de los aranceles sobre las importaciones aún no se ha reflejado de forma generalizada en el precio de los productos, la confianza se ha desplomado y las perspectivas para las finanzas personales se encuentran en mínimos históricos.
El modesto aumento del gasto reflejó un incremento de los servicios que compensó con creces la caída del gasto en bienes duraderos.
Al mismo tiempo, la administración Trump ha dado marcha atrás o ha suspendido algunos aranceles mientras los negociadores trabajan para alcanzar acuerdos comerciales con socios clave, como China y la Unión Europea. El miércoles, un tribunal estadounidense dictó una sentencia que bloquea muchos de los impuestos a la importación.
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Otros datos publicados este viernes mostraron una reducción masiva del déficit comercial de Estados Unidos en abril, gracias a la mayor caída de las importaciones jamás registrada.
No obstante, la constante fluctuación de la política comercial ha alimentado la incertidumbre. Mientras tanto, es probable que los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal mantengan las tasas de interés sin cambios en el futuro inmediato, hasta que tengan más claridad sobre el impacto de los aranceles no solo en los precios, sino también en otros pilares de la economía, como el mercado laboral y el gasto de los consumidores.
Los economistas están prestando mucha atención al grado en que las empresas están traspasando el aumento de los aranceles de importación a los consumidores. El índice de inflación de los bienes, que excluye los alimentos y la energía, subió un 0,3%.
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