Bloomberg — Los bombarderos furtivos B-2 despegaron de Estados Unidos y se dirigen al Pacífico, según informaron varios medios de comunicación, mientras el presidente Donald Trump evalúa la participación estadounidense en la guerra entre Israel e Irán.
Los movimientos, captados por los servicios de seguimiento de vuelos el sábado, indican que la administración está poniendo a los bombarderos de la Fuerza Aérea en posición por si son necesarios para un ataque contra Irán, informó el Wall Street Journal. Los aviones, acompañados de aviones cisterna de reabastecimiento, podrían estar de camino a una base en Guam, según el informe.
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Las especulaciones sobre un posible ataque estadounidense dirigido contra el programa nuclear iraní se han centrado en los B-2, que serían necesarios para lanzar bombas de 30.000 libras -las llamadas “rompebúnkeres”- si Trump decidiera atacar el centro de enriquecimiento de uranio de Fordow, fuertemente fortificado por Irán. Israel, que pretende destruir las capacidades nucleares de Irán, no dispone de tales armas.
Múltiples B-2 parecían estar en el aire y dirigiéndose a través del Pacífico desde la base aérea de Whiteman en Misuri, informó el New York Times. El Times citó las publicaciones de los rastreadores de vuelos en las redes sociales y las comunicaciones del control de tráfico aéreo.
El Pentágono no devolvió inmediatamente un mensaje en busca de comentarios.
Está previsto que Trump regrese a la Casa Blanca el sábado y se reúna con su equipo de seguridad nacional.
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El presidente estadounidense ha enviado señales contradictorias, descartando los esfuerzos europeos para garantizar una solución diplomática entre Israel e Irán, al tiempo que mantiene sobre la mesa una posible implicación estadounidense en el conflicto.
“Les estoy dando un periodo de tiempo”, dijo Trump a los periodistas el viernes. “Yo diría que dos semanas sería el máximo”.
Con la colaboración de María Paula Mijares Torres.
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