Buenos Aires — Brasil y Argentina consolidan su rol como principales proveedores de soja a China, en medio de un retiro prolongado del grano estadounidense del mercado asiático. Según un informe de Oxford Economics, la ausencia de compras estadounidenses se mantiene durante la actual ventana de exportación, mientras que Sudamérica abastece a China con mayores volúmenes y precios competitivos.
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Oxford Economics señala que la combinación de expansión productiva en Sudamérica y políticas comerciales chinas ha llevado a que Estados Unidos pierda participación de mercado. En 2017 y 2018, EE. UU. concentraba el 35% del mercado mundial de soja; entre 2024 y 2025 su cuota descendió al 28%. En paralelo, Brasil y Argentina elevaron su participación combinada del 47% al 52% en el mismo período.

Impacto en Estados Unidos
La pérdida del principal comprador, China, afecta de manera significativa a la agricultura estadounidense. En 2024, China representó cerca de la mitad de las exportaciones de soja de EE. UU., mientras que la Unión Europea, segundo destino, aportó apenas un 10%. Además, la soja contribuye aproximadamente con una quinta parte de los ingresos agrícolas del país.
El arancel de represalia del 44% impuesto por China mantiene fuera de competencia a la soja estadounidense frente a las alternativas sudamericanas. Oxford Economics destaca que, a pesar de que los precios estadounidenses cotizan con descuento respecto a Brasil y que el debilitamiento del dólar ha favorecido compras desde otros destinos, las exportaciones totales apenas crecieron 1,2% interanual en el inicio del ciclo 2025/26.
Proyecciones de precios y producción
El informe proyecta que los precios de la soja estadounidense promediarán US$10,10 por bushel en el cuarto trimestre de 2025, con posibilidad de caer por debajo de los US$10 ante la debilidad de la demanda externa. Para 2026, se estima un leve repunte hasta US$10,20 por bushel, apoyado en la reducción de área sembrada y en la menor presión de cosecha.
La relación de precios entre maíz y soja, sumada al aumento en los costos de fertilizantes, ha incentivado a algunos agricultores a reducir la superficie cultivada con soja. Esto podría impactar la producción estadounidense durante el ciclo 2025/26, manteniendo cierta presión sobre los precios.
Perspectivas sobre negociaciones comerciales
Oxford Economics identifica que la eventual reanudación de compras estadounidenses por parte de China dependerá de los próximos diálogos comerciales entre ambos países, donde la soja figura como tema central. Sin embargo, incluso si se reducen los aranceles, se espera que China continúe diversificando sus proveedores, privilegiando la combinación de Sudamérica y sus reservas internas.
Asimismo, factores como condiciones climáticas adversas o enfermedades en Sudamérica podrían afectar la disponibilidad del grano, lo que incrementaría los precios regionales y permitiría una mejora temporal en la competitividad de la soja estadounidense. La liberación de ayudas gubernamentales a los agricultores podría también permitir almacenar cosechas y sostener precios a corto plazo, aunque no modificaría la pérdida de mercado a mediano y largo plazo.
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La nueva dinámica del comercio global
El informe concluye que, aun si China retomara compras de soja estadounidense y se eliminaran los aranceles, es improbable que EE. UU. recupere su cuota de mercado previa a la guerra comercial. La combinación de expansión productiva en Brasil y Argentina, junto con la estrategia china de diversificación de proveedores y acumulación de inventarios, mantiene a Sudamérica como principal fuente de abastecimiento para el país asiático.
El caso específico de Argentina y sus retenciones
El documento indica que Argentina suspendió temporalmente el impuesto a la exportación de soja a principios de octubre, lo que permitió que China adquiriera hasta 30 embarques adicionales. Esta operación contribuyó a reforzar las reservas estratégicas del país asiático, en línea con su objetivo de autosuficiencia alimentaria. Brasil, por su parte, se prepara para una nueva cosecha récord, prevista para comenzar en febrero, consolidando su papel en el suministro global.









