Bloomberg — Los importadores estadounidenses pasaron meses preguntándose si debían hacer acopio para sobrevivir a las amenazas de aranceles globales del presidente Donald Trump, o quedarse quietos esperando que fuera un farol. Con los aranceles generalizados en vigor desde hace casi un mes, el dolor de pagarlos está sustituyendo a la frustración de la incertidumbre.
Esa es una de las conclusiones de una encuesta realizada a 336 pequeñas y medianas empresas por Freightos, una plataforma de reservas de carga con sede en Barcelona. Casi la mitad de los encuestados entre el 19 de agosto y el 9 de septiembre afirmaron que sus costos han subido un 20% o más, y casi la misma proporción dijo que han reducido los volúmenes de envío debido al aumento de los gastos.
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Los resultados se suman a la evidencia anecdótica de que los impuestos a la importación están afectando más a las empresas más pequeñas que a los competidores más grandes.
“Desgraciadamente, las pequeñas y medianas empresas se están llevando la peor parte de la guerra comercial”, afirmó Adam Lewis, presidente de Clearit Customs Brokerage. “A diferencia de las grandes corporaciones, no tienen el mismo aislamiento o sofisticación para absorber los frecuentes cambios arancelarios, las oscilaciones de las divisas y el aumento de los costos”.
Casi el 60% de los encuestados afirmó que las políticas de Washington han debilitado la posición de EE.UU. como socio comercial, frente al 6% que dijo que la han reforzado. Casi una cuarta parte dijo que el impacto ha sido mixto dependiendo del país y de la industria, con un 5% que no ve ningún cambio significativo y un 7% que dice que es demasiado pronto para sacar conclusiones, según Freightos.
Preguntados por las perspectivas para las ventas de la vuelta al cole y las vacaciones, el 52% de los propietarios de cargas dijeron que esperaban que esas temporadas clave para la demanda de los consumidores fueran más débiles de lo habitual. En comparación, el 35% esperaba que las ventas en torno al Día de los Caídos fueran más débiles de lo normal cuando se les hizo la misma pregunta a finales de mayo, según la encuesta de Freightos.
“Las expectativas de aranceles nuevos o ampliados y los derechos aplicados en virtud de los acuerdos comerciales de las últimas semanas tienen a los cargadores preparándose para retos posiblemente más severos para el negocio”, dijo Judah Levine, jefe de investigación de Freightos. “Estamos siendo testigos no sólo de una interrupción temporal, sino de cambios estructurales potencialmente a largo plazo en las estrategias internacionales de abastecimiento y fijación de precios”.
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