Bloomberg — La inflación subyacente de Estados Unidos aumentó en mayo menos de lo previsto por cuarto mes consecutivo, lo que sugiere que las empresas están encontrando formas de limitar la parte de los mayores costos derivados de los aranceles que repercuten en los clientes.
El índice de precios al consumo subyacente, que excluye las categorías de alimentos y energía, a menudo volátiles, aumentó un 0,1% respecto a abril, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados el miércoles. Hace un año, subió un 2,8%.
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El informe mostró que los precios de los bienes, excluidos los alimentos y los productos energéticos, se mantuvieron sin cambios, lo que sugiere que los mayores costos derivados de los aranceles aún no se han trasladado a los consumidores. Los precios de los autos nuevos y usados bajaron, al igual que los de las prendas de vestir.
Por su parte, los precios de los servicios menos la energía subieron un 0,2%, una desaceleración respecto al mes anterior.
Los bonos del Tesoro subieron, el dólar bajó y los futuros del S&P 500 avanzaron tras el informe. Los swaps de tasas de interés mostraron que los operadores ven un 75% de probabilidades de que la Reserva Federal recorte los costes de endeudamiento en septiembre.
La serie de lecturas de inflación por debajo de lo previsto se suma a la evidencia de que los consumidores aún no han sentido el impacto de los aranceles del presidente Donald Trump, tal vez porque los gravámenes más agresivos han estado temporalmente en pausa, o gracias a que las empresas hasta ahora han absorbido los costos adicionales.
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Sin embargo, si se imponen aranceles más elevados, proteger a los consumidores de esos costos será más difícil, lo que explica en parte por qué los economistas esperan que las empresas suban los precios de forma más significativa en los próximos meses.
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