Bloomberg — Neel Kashkari, presidente del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, reiteró su defensa de la prudencia en medio de la incertidumbre generada por la guerra comercial y de la necesidad “fundamental” de defender las expectativas de inflación.
Durante su intervención en un acto del Banco de Japón que tuvo lugar este martes en Tokio, señaló que existe un “sano debate” entre los responsables políticos sobre si deben considerar el efecto inflacionista de los aranceles del presidente de EE.UU., Donald Trump, como una sacudida transitoria, o verlo como una condición de mayor duración.

“Las negociaciones pueden durar meses o años hasta que se concluyan por completo”, indicó Kashkari en declaraciones preparadas, destacando que los gravámenes sobre bienes intermedios tardan tiempo en repercutir, razón por la cual los riesgos de que las expectativas de inflación se desajusten podrían incrementarse con el tiempo.
“Estos argumentos respaldan una postura de mantener la tasa de interés de política monetaria, que es probable que sea solo ligeramente restrictiva en la actualidad, hasta que exista más claridad sobre la evolución de los aranceles y su impacto en los precios”, indicó.
“Encuentro más convencido de estos razonamientos, dada la máxima importancia que atribuyo a la defensa de las expectativas de inflación a largo plazo”.
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Este año, Kashkari no tiene derecho a voto en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), encargado de fijar la política monetaria.
Los anuncios de aranceles y las negociaciones comerciales en curso han provocado un aumento de la incertidumbre entre los consumidores y las empresas estadounidenses, que han paralizado sus grandes gastos e inversiones a la espera de ver cómo se define la política.
Esa congelación de la actividad deja a los responsables políticos sin saber cómo afectarán en última instancia los aranceles y otros cambios a la economía.
En ese entorno, la Fed se encuentra en modo de “esperar y ver” hasta obtener más información, según las declaraciones de Kashkari, quien el lunes dijo a Bloomberg Television que no estaba seguro de que el panorama fuera lo suficientemente claro para los banqueros de la Fed cuando se celebre su reunión sobre política monetaria en septiembre.
Los responsables de la Fed han mantenido las tasas sin cambios en sus tres reuniones celebradas este año y se espera que lo vuelvan a hacer en su próxima reunión de junio. Esto sigue a los recortes de un punto porcentual aplicados en los últimos tres meses de 2024.
Los economistas esperan en general que los aranceles sean inflacionarios, pero su alcance dependerá de su magnitud y de la respuesta de otros países.
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También podrían lastrar el crecimiento y provocar despidos, según los economistas, lo que podría dar lugar a la llamada estanflación y poner a la Fed en la difícil situación de tener que elegir entre mantener las tasas altas para enfriar la inflación o recortarlas para apoyar una economía en desaceleración.
Kashkari afirmó el mes pasado que es tarea de la Fed garantizar que los aranceles no agraven el problema de la inflación, haciéndose eco de algunos de sus colegas que afirman que la elevada inflación de los últimos años significa que el banco central de EE.UU. podría tener que dar prioridad a la reducción de los precios frente al impulso del mercado laboral para evitar una espiral inflacionaria mayor y más arraigada.
Para evitarlo, será fundamental mantener las expectativas de los consumidores sobre los precios a largo plazo cerca del objetivo de inflación del 2% de la Fed. Los responsables políticos han estado muy atentos a las medidas al respecto.
Si bien una encuesta muestra que las expectativas de aumentos de precios para los próximos 5 a 10 años son las más altas desde 1991, otras medidas siguen indicando que se mantienen cerca del objetivo del 2% de la Fed.
“En Estados Unidos, la inflación también ha superado con creces nuestro objetivo del 2% durante cuatro años”, recordó Kashkari a su audiencia en el evento del Banco de Japón. “¿Cuántos años de inflación elevada pueden transcurrir antes de que las expectativas de inflación a largo plazo pierdan su ancla?”.
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