Bloomberg — La inteligencia artificial está impulsando a la humanidad hacia un futuro más eficiente, pero, como cualquier tecnología que cambia el mundo, tarde o temprano se desplomará y perjudicará a los inversores, según el veterano de Wall Street Jeremy Grantham.
El cofundador de GMO, con sede en Boston, en su intervención en el último podcast de Merryn Talks Money, comparó la floreciente tecnología de la IA con la expansión de los ferrocarriles británicos en el siglo XIX.
“Todo el mundo perdió la camisa. Fue uno de los bustos más espectaculares”, dijo Grantham. Montones de dinero se amontonaron en una red que elevó el PIB y la productividad, pero “cada nueva tecnología realmente importante ha tenido una burbuja a su alrededor”, dijo.
Grantham, de 86 años, es bien conocido por sus sombríos pronósticos que en ocasiones han precedido a grandes ventas, pero más recientemente ha errado el tiro. Calificó el repunte de la renta variable posterior a la pandemia de “en muchos aspectos igual a la burbuja tecnológica del año 2000”, pero dijo que su deflación se vio interrumpida por la especulación sobre la IA.
Lea más: El auge de Nvidia favorece a socios como Dell, pero ¿qué tan rentable es ahora la IA?
El nacimiento del ChatGPT inyectó un capital muy necesario en la economía en 2022, pero la industria acabará aplastando a los actores más pequeños de forma muy parecida a como lo hizo Internet en el auge y la quiebra de las puntocom, según Grantham.
“Internet, de nuevo, obviamente iba a cambiarlo todo. Y absorbió mucho dinero, muchas puntocom y todo tuvo un estallido espectacular”, afirmó. “Muy pocas cosas han sido tan obviamente importantes como la IA. Por supuesto, cambiará nuestro mundo. Por supuesto, es imposible saber de qué manera y si será totalmente beneficiosa o no”.
El fervor de los inversores en torno a la IA y ahora a las criptodivisas ha llevado a los valores tecnológicos a valoraciones elevadas, pero Grantham advierte contra un optimismo inquebrantable. El bitcoin y las criptodivisas “no producen nada”, dijo. “Ninguna de ellas es un medio de intercambio, materialmente, pero son maravillosamente especulativas”.
Lea más en Bloomberg.com
