Bloomberg — Los precios al consumo en Estados Unidos subieron en febrero al ritmo más lento de los últimos cuatro meses, lo que supone un respiro tras meses de estancamiento de la inflación.
El índice de precios al consumo aumentó un 0,2%, tras un fuerte avance del 0,5% en enero, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados el miércoles. Excluyendo las categorías de alimentos y energía, a menudo volátiles, el llamado índice subyacente también subió un 0,2%.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales, casi la mitad del aumento del índice general se debió a la vivienda.
Las tarifas aéreas cayeron un 4%, la mayor caída desde junio, ya que varias aerolíneas advierten de una menor demanda en el futuro. Los precios de los autos nuevos y la gasolina también bajaron. Los precios de los comestibles se mantuvieron prácticamente sin cambios tras un fuerte aumento en enero, mientras que los costos de los seguros de automóvil y de salud aumentaron a un ritmo más moderado.
Aunque el informe del miércoles ofrece cierto alivio, varias medidas siguen indicando que la inflación está volviendo a repuntar. Y con el despliegue de una serie de aranceles por parte del presidente Donald Trump, se espera que suban los precios de diversos productos, desde los alimentos hasta la ropa, poniendo a prueba la resistencia de los consumidores y de la economía en general.
En un discurso ante el Congreso la semana pasada, Trump describió los precios más altos que se espera que causen los aranceles como “una pequeña perturbación” que la nación debería ser capaz de superar.
Sin embargo, la incertidumbre en torno a su política comercial ha provocado un reciente desplome de los mercados bursátiles y ha reavivado el temor a una recesión. Trump trató de restar importancia a esas preocupaciones el martes.
La Reserva Federal se mantiene pacientemente a la espera hasta que haya más claridad sobre las acciones de la administración y la trayectoria de la inflación, y se espera que los funcionarios mantengan los tipos estables en la reunión de la próxima semana. Al mismo tiempo, los crecientes llamamientos a la desaceleración han alimentado la especulación de que los responsables políticos podrían recortar los tasas antes de lo que se pensaba.
Los futuros bursátiles estadounidenses subieron, los rendimientos de los bonos del Tesoro bajaron y el dólar recortó ganancias tras el informe.
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