Bloomberg — La inflación subyacente de EE.UU. subió el mes pasado más de lo previsto, lo que respalda la cautela de la Reserva Federal a la hora de bajar las tasas de interés.
El llamado índice de precios al consumo subyacente -que excluye los costes de los alimentos y la energía- aumentó un 0,4% en enero, tras un avance del 0,2% en diciembre, según mostraron el miércoles las cifras de la Oficina de Estadísticas Laborales. Hace un año, subió un 3,3%.
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Los economistas consideran que el indicador subyacente refleja mejor la tendencia de la inflación que el IPC general, que incluye los costes de los alimentos y la energía, a menudo volátiles. El índice general subió un 0,5% respecto a diciembre y un 3% respecto al año anterior. Según el BLS, casi el 30% del avance se debió a la vivienda.
El informe incorporó nuevas ponderaciones de la cesta de la compra para tratar de reflejar con mayor precisión los hábitos de gasto de los estadounidenses. El nuevo cálculo anual también somete a revisión los datos mensuales desestacionalizados de los últimos cinco años.
El informe del miércoles sirve como una prueba más de que el progreso de la inflación está en peligro de revertirse, lo que, combinado con un mercado laboral sólido, probablemente mantendrá a la Fed en espera en el futuro previsible.
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Los responsables políticos también están a la espera de una mayor claridad sobre las políticas del presidente Donald Trump, en particular los aranceles, que ya están provocando un aumento de las expectativas de inflación de los consumidores.
Los futuros de las acciones cayeron, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro y el dólar subieron después del informe. Los swaps de tasas de interés mostraron que los operadores solo esperan un recorte de tasas de un cuarto de punto este año. Antes del informe del IPC, los operadores se inclinaban por dos recortes.
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