Bloomberg Línea — Desde la toma de posesión de Donald Trump como presidente se ha reflejado un “cambio drástico” en la política económica y exterior de la primera potencia económica hacia el resto del mundo, situando a los mercados emergentes bajo la presión de la política comercial de “Estados Unidos primero”, concluye un reporte de Citi divulgado este lunes 10 de febrero.
Para los analistas de la entidad financiera, las primeras tres semanas de la Administración Trump dejan cuatro lecciones clave:
1. Las iniciativas políticas están surgiendo con “mayor densidad y ambición” que durante la primera Administración:
Para los analistas llama la atención no solo la velocidad con la que se han emitido una serie de órdenes ejecutivas, sino también el uso de la Ley de Poderes de Emergencia Económica Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) “para invalidar leyes y acuerdos existentes (por ejemplo, el T-MEC)”, lo que hace “que sea difícil predecir la política estadounidense”.
2. Posturas de política exterior “más audaces y más confrontativas, incluso con aliados tradicionales”:
Desde Citi, consideran que es probable que la Administración Trump esté dispuesta a utilizar amenazas de mayor magnitud, como ocurrió con Colombia en el caso de la deportación de migrantes esposados y la advertencia de EE.UU. de imponer aranceles para que el país los recibiera, ante la expectativa de que se obtendrán concesiones con rapidez.
Creen que esta presión también podría aplicarse en el caso de México, dado que un 80% de las exportaciones están destinadas a los EE.UU. No obstante, consideran que “ese enfoque es más riesgoso con China, ya que podría decirse que tiene más influencia económica y política y también es menos probable que se vea presionada a hacer concesiones rápidas”.
Según Citi, “la lección que algunos líderes pueden aprender de Colombia es mantenerse discretos”.
3. China parece dispuesta a negociar con EE.UU.:
A diferencia de la primera Administración Trump, cuando la guerra comercial desató una agresiva respuesta de aranceles entre China y EE.UU., en esta ocasión el gigante asiático se muestra más abierto a la negociación.
“Todo apunta a que los chinos se han adherido a una estrategia de no escalada, no respondiendo con medidas de la misma envergadura, sino dejando que los propios aranceles de Trump perjudiquen la economía estadounidense. Expertos estiman que estos impuestos costarán a EE.UU. más de US$100.000 millones de entre 2025 y 2040″, señaló a este medio Félix Valdivieso, director del centro de investigación IE China Observatory.
En todo caso, y en respuesta a los aranceles del 10% sobre las importaciones chinas adoptado por Trump, China también impuso, entre otras medidas, un gravamen del 15% a importaciones de energía estadounidenses por menos de US$5.000 millones y una tasa del 10% al petróleo y los equipos agrícolas de EE.UU.
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4. “El uso temprano de los aranceles parece menos selectivo que antes”
La respuesta arancelaria es impredecible hasta el momento y dependerá de las negociaciones y las respuestas a las pretensiones del presidente Trump.
Citi explica que aunque los aranceles sobre México y Canadá están suspendidos por un mes, persisten incertidumbres sobre su posible reaparición. Estima que si estos se mantienen, el crecimiento de China y México se reduciría en 0,3 y 0,7 puntos porcentuales, respectivamente, con impactos indirectos en otros mercados emergentes.
Por ejemplo, anticipa que los aranceles a los chips podrían afectar a Malasia, Taiwán, Costa Rica y otros países ante el presunto deseo de Trump de repatriar la producción por razones de seguridad nacional. Asimismo, la Administración Trump también ha propuesto aranceles a los productos farmacéuticos, lo que podría tener repercusiones principalmente en Europa ante el deseo de relocalizar las cadenas de suministro.
Trump también impuso el lunes aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, lo que según Citi podría a impactar a mercados como Canadá, que es la mayor fuente de importaciones estadounidenses de esos materiales. “Y dentro de los mercados emergentes, México, los Emiratos Árabes Unidos, Brasil y Sudáfrica están relativamente más expuestos, aunque la exposición relativa al PIB es pequeña”.
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