La llegada de Donald Trump al poder transformó la relación de EE.UU. con Latinoamérica, al impulsar cambios en políticas comerciales y migratorias y reconfigurar las alianzas estratégicas en lo que se ha denominado un nuevo orden global.
Los primeros cien días de Donald Trump en la Presidencia de EE.UU. han sacudido el escenario global a partir de las políticas comerciales expresadas en su paquete de “aranceles recíprocos”, que le han servido para negociar sus principales intereses en materia de déficit comercial, migración y lucha antidrogas.
“La administración Trump está impulsando una revisión profunda de elementos fundamentales de la política exterior estadounidense que han prevalecido durante décadas, incluyendo la globalización, acuerdos comerciales y alianzas estratégicas”, dijo Sofía del Carril, analista y académica de la Universidad Austral, en Argentina. “Estos cambios están generando y continuarán generando repercusiones políticas y económicas significativas en América Latina”.
Desde los aranceles hasta las presiones para cortar las relaciones con China, la administración de Donald Trump ha cambiado las reglas de juego en la región con una lluvia de órdenes ejecutivas. El mundo no ha tenido descanso en estos primeros cien días del segundo Gobierno de Trump, quien redefine la diplomacia y el comercio desde la Oficina Oval.
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Carolina Pavese, profesora de FIA Business School y el Instituto Mauá de Tecnología en Brasil, dice que los antecedentes del primer mandato de Trump y sus promesas de campaña dejaban claro que las relaciones entre Estados Unidos y América Latina “estarían marcadas por la ruptura de las vías diplomáticas tradicionales y la adopción de un enfoque unilateral y ofensivo para representar los intereses estadounidenses, sin preocuparse por la reciprocidad”.
Explica que, como principal socio de EE.UU., México se situó en el centro de la coalición comercial, sufriendo los primeros ataques proteccionistas, junto con Canadá y, por supuesto, China.
“Aunque los demás países del continente se libraron de los aranceles más elevados, la política de deportaciones masivas generó una crisis humanitaria y diplomática para la región, acentuando la xenofobia a la que se enfrentan los latinos en suelo estadounidense”, dice Pavese.
A continuación, los 5 cambios clave para Latinoamérica tras la llegada al poder de Donald Trump:
1. Latinoamérica no se salvó de la guerra comercial
El paquete de aranceles recíprocos anunciado por Donald Trump es tal vez uno de los principales cambios hasta ahora en relación con su primer gobierno. “Los aranceles generan la disminución de las perspectivas de inversión en la región y del crecimiento mundial, lo que pesará sobre los precios de las commodities - un determinante clave de los ingresos de muchos países de la región”, dijo a Bloomberg Línea Marina Pera, analista de la consultora Control Risks.
Estados Unidos impuso un arancel base de 10% a casi todos los países de Latinoamérica, salvo casos como Venezuela y Nicaragua. Y si bien muchos países han recibido la decisión con alivio, considerando aranceles mucho más altos a países de Europa y de Asia, la medida afecta negativamente a muchos exportadores de la región que venden sus productos a Estados Unidos. Trump también castigó indirectamente a la región los aranceles del 25% aplicados por el Gobierno de EE.UU. al acero y el aluminio, así como la tasa a los automóviles del mismo rango.
2. EE.UU. presiona con su política exterior

En los primeros cien días de gobierno, Trump cambió la relación tradicional con Latinoamérica, acercándose aún más a sus aliados políticos y castigando con aranceles a sus rivales, como es el caso de Venezuela. En términos generales, dice la académica Sofía del Carril, “se observa un incremento notable de la incertidumbre que afecta por igual a gobiernos, empresas y ciudadanos”.
Los cambios en la política exterior más agresivos se evidenciaron con el plan de deportaciones masivas y la formación de alianzas con El Salvador para utilizar sus cárceles para enviar a supuestos miembros de la banda criminal de El Tren de Aragua.
“Ha habido dos grandes cambios”, según el analista internacional Javier Garay. “El primero es que América Latina volvió a ser central en la política exterior estadounidense, como no sucedía hace décadas. El segundo es que esa recuperada importancia no se va a traducir en una relación privilegiada, sino en mayor objeto de presiones por parte de EE.UU.”.
Estos cambios impactan todas las áreas, desde el comercio hasta la política (deportaciones, lucha antidrogas, diplomacia, entre otros). También se acompañan de una transformación en la política estadounidense, marcada por una política exterior más personalista y volátil, moldeada por las prioridades del presidente, y por la revisión de los valores, prácticas y principios que EE.UU. había sostenido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
3. Hay que equilibrar los vínculos con EE.UU. y China
Sudamérica, en particular, enfrenta un dilema estratégico debido a los estrechos vínculos comerciales que la gran mayoría de sus países han desarrollado con China en las últimas dos décadas.
En este marco, los países latinoamericanos enfrentan cada vez más desafíos para equilibrar vínculos con EE.UU. y China.
Trump impuso a lo largo de estos 100 días presiones para cortar la influencia de la potencia asiática en la región.
Las presiones estadounidenses, por ejemplo, derivaron en que el conglomerado CK Hutchison Holdings Ltd., con sede en Hong Kong, acordara vender el control de una unidad que opera puertos cerca del Canal de Panamá a un consorcio formado por BlackRock Inc. (BLK), Global Infrastructure Partners y Terminal Investment Ltd.
No obstante, China intensificó el escrutinio de la venta y el regulador del mercado de ese país anunció el domingo pasado que su revisión abarcaría a todas las partes implicadas y que el acuerdo no debería llevarse a cabo sin la aprobación del organismo.
4. Adaptación a la reorganización de industrias

Marina Pera, analista de Control Risks, explica que los costos económicos de la guerra comercial ya empezaron a generar movimientos de reorganización de la cadena de suplementos de ciertas industrias.
“Por ejemplo, empresas del sector automotor en México han decidido pausar la producción o están evaluando cambiar sus plantas a otros países”, señaló la analista.
Sin embargo, también hay beneficios en otras industrias en la región.
Los importadores chinos que compraban soja de Estados Unidos, por ejemplo, han buscado alternativas y se han fijado en los exportadores brasileños.
Bloomberg informó que China, el mayor comprador mundial de soja, recibirá en el segundo trimestre más de 30 millones de toneladas de soja desde Sudamérica —principalmente de Brasil, Argentina y Uruguay—, lo que ayudará a aliviar la escasez de oferta y podría seguir reduciendo los precios de los alimentos para animales, según Yin Ruifeng, del Ministerio de Agricultura chino.
5. EE.UU. se ha vuelto impredecible: ¿crisis de confianza?
La imposición de aranceles contra los socios económicos más tradicionales de Estados Unidos, como Canadá, México y Europa, habrían resultado en una pérdida de confianza hacia el país.
Pavese, también doctora en Relaciones Internacionales por la London School of Economics, indica que a medida que los países latinoamericanos “observan con temor las consecuencias de la política comercial proteccionista y su impacto en sus frágiles economías, ven cómo se desmorona el respeto por la diplomacia”.
Por ello, indica que se están replanteando sus relaciones de dependencia hacia Estados Unidos, planeando una vía de escape.
Reforzar las relaciones dentro de la región y fortalecer la cooperación con otros socios -como China y la Unión Europea- parecen alternativas viables, según la analista Carolina Pavese.
Además, explica que el declive de la participación estadounidense en las organizaciones internacionales -tanto regionales como globales- ha asestado un duro golpe al multilateralismo que los países latinos aprecian como espacio para que resuenen sus voces. “Esto ha distanciado aún más la política exterior estadounidense de la de otros países de la región en cuestiones de interés común”, dijo Pavese.
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