Bloomberg — Mitsubishi Motors Corp. (MUFG) está aumentando los precios de algunos modelos de vehículos en Estados Unidos mientras la industria lidia con las consecuencias de los aranceles del presidente Donald Trump a los automóviles y repuestos importados.
Los precios en EE.UU. de tres modelos —las versiones de gasolina del Outlander, el Outlander Sport y el Eclipse Cross— aumentarán un promedio del 2,1 % a partir del miércoles, según informó la compañía en un comunicado. El aumento forma parte de un ajuste regular que incluye medidas para contrarrestar la inflación, añadió.
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Los nuevos precios afectarán a los vehículos entregados después del miércoles y no se aplicarán a los coches que se exhiban actualmente en los concesionarios. Reuters fue el primero en informar sobre los cambios.
Los mayores fabricantes de automóviles de Japón, que dependen en gran medida de los automóviles importados para abastecer el mercado estadounidense, se están preparando para un impacto de US$19.000 millones por los aranceles de Trump que amenazan con repercutir en la economía nacional.
Toyota Motor Corp. (TM) podría ser la más afectada, ya que el mayor fabricante de automóviles del mundo advierte de un impacto de ¥180 mil millones (US$1.2 mil millones) en sus ingresos operativos solo en abril y mayo. Nissan Motor Co. (NSANY), Honda Motor Co. (HMC) y Subaru Corp., que importa aproximadamente la mitad de los autos que vende en EE.UU., también informaron que se enfrentan a un impacto de miles de millones de dólares.
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La industria automotriz es un referente de las tendencias salariales, genera alrededor del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) y representa un tercio de las exportaciones de Japón a Estados Unidos. Esta importancia ha aumentado la presión sobre el primer ministro Shigeru Ishiba para que alcance un acuerdo con Trump que reduzca el impuesto del 25% a las importaciones de automóviles y autopartes.
Sin embargo, es poco probable que la industria experimente una recuperación inmediata, ya que Ishiba se dispone a abandonar la reunión del Grupo de los Siete en Canadá sin un acuerdo comercial ni una vía clara para lograrlo. Además del impuesto al sector automotriz, Japón ha sido afectado por un arancel del 50% sobre el acero y el aluminio. Se prevé que un impuesto general del 10% sobre otros productos aumente al 24% a principios de julio.
Algunos fabricantes de automóviles ya han comenzado a adaptarse. Honda pospuso la expansión de su cadena de suministro de vehículos eléctricos en Canadá, valorada en US$11.000 millones, y está trasladando la producción del modelo híbrido Civic de Japón a Estados Unidos. Subaru está revisando todas sus inversiones. Nissan suspendió los pedidos estadounidenses de SUV fabricados en México, y Mazda suspendió las exportaciones a Canadá de un modelo fabricado en su empresa conjunta con Toyota en Alabama.
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