Bloomberg Línea — El gobierno de Estados Unidos cerró debido a que el Congreso no llegó a un acuerdo sobre el financiamiento antes de este miércoles, que marca el comienzo del año fiscal en el país.
Este es el primer cierre de gobierno —o shutdown— durante más de seis años y el tercero durante un mandato del presidente Donald Trump.
La preocupación en torno a este fenómeno, producto del desacuerdo entre demócratas y republicanos para aprobar las leyes presupuestarias —conocidas como asignaciones—, radica en el cierre de gran parte de la administración federal y la imposibilidad del gobierno para gastar.
Ver más: Cierre del gobierno en EE.UU.: qué funciones dejan de operar y qué agencias siguen
Las restricciones implican, groso modo, el despido de miles de trabajadores federales y millonarias pérdidas en el pago de indemnizaciones, así como la suspensión de algunos servicios gubernamentales.
En otros cierres de gobierno, por ejemplo, los parques nacionales y museos cerraron sus puertas, pero además se cancelaron las audiencias de inmigración.
El cierre se mantendría hasta que demócratas y republicanos lleguen a un acuerdo sobre el financiamiento, aunque ahora mismo parece lejano, pues ambas orillas políticas se han estado culpando de lo sucedido.
El sitio web de la Casa Blanca sostiene que “los demócratas han cerrado el gobierno”, frase acompañada de un cronómetro que registra las horas que suma el cierre.
Haciendo referencia a los demócratas, Trump sostuvo, desde la Oficina Oval de la Casa Blanca que durante el cierre puede tomar decisiones “irreversibles, que son malas para ellos, como despedir a una gran cantidad de personas, o cortar cosas que a ellos les gustan”.
En contraste, Chuck Schumer, que lidera a la minoría demócrata en el Senado, sostuvo en CNN que si esta vez no hubo acuerdo para votar el presupuesto, como en ocasiones pasadas, fue porque “pese a los reiterados llamados” a los republicanos, “ellos no negociaron en absoluto”.
¿Qué implica el cierre de gobierno en EE.UU.?
La Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos calculó que, “bajo una interrupción del financiamiento discrecional para el año fiscal 2026“, es decir, un cierre de gobierno, alrededor de 750.000 empleados podrían ser suspendidos cada día.
“El costo total diario de su compensación sería de aproximadamente US$400 millones”, dice la oficina. “El número de empleados suspendidos podría variar día a día porque algunas agencias podrían aumentar el número de trabajadores suspendidos mientras más se prolongue el cierre, mientras que otras podrían reincorporar a algunos de los suspendidos inicialmente”.
El personal militar en servicio activo generalmente se considera exceptuado del cierre de gobierno y, por lo tanto, deberá trabajar durante un cierre del gobierno. Ahora bien, los pagos por sus labores serán realizados solamente hasta que se aprueben las leyes de financiamiento en el Congreso.
Tras el último cierre de gobierno, que duró cinco semanas en 2019, la Oficina Presupuestaria del Congreso estimó la pérdida de US$3.000 millones que nunca se recuperarían, equivalentes al 0,02% del PIB anual de 2019.
¿Qué oficinas se verán impactadas?
Entre las oficinas que se podrían ver afectadas por el cierre de gobierno sobresalen:
- Bases militares, arsenales, depósitos y armerías federales.
- Instalaciones médicas de Asuntos de Veteranos.
- prisiones y juzgados federales
- Laboratorios nacionales.
- Instalaciones del Sistema de Parques Nacionales, Bosques Nacionales y otras tierras de propiedad o gestión federal.
- Puertos, incluidos puertos marítimos, aeropuertos y terminales intermodales que pueden albergar instalaciones de procesamiento aduanero federal o de aplicación de la ley.
- Instalaciones del IRS.
- Agencias policiales como el FBI, ATF, DEA o CBP.
- Edificios generales de oficinas federales .
Ver más: Cierre del gobierno de EE.UU. golpea a los futuros de Wall Street y amenaza al S&P 500