Bloomberg — La actividad industrial en Estados Unidos se contrajo en junio por cuarto mes consecutivo, debido a que los pedidos y el empleo se redujeron a un ritmo más rápido, lo que prolongó las dificultades en el sector manufacturero.
El índice manufacturero del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) subió 0,5 puntos el mes pasado, hasta el nivel de 49, según datos publicados este martes. Las lecturas por debajo de 50 indican contracción. El índice de precios pagados por materias primas mostró una inflación ligeramente más rápida.
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Los pedidos registraron la mayor contracción en tres meses y llevan cinco meses en retroceso, lo que probablemente refleje el aumento de los aranceles y la desaceleración general de la economía. El índice de pedidos pendientes cayó 2,8 puntos, el mayor descenso en un año, hasta situarse en 44,3. Los pedidos pendientes se han contraído durante 33 meses consecutivos, un récord.
Las cifras publicadas la semana pasada por el gobierno mostraron que el gasto de los consumidores disminuyó en mayo en su mayor medida desde principios de año. La caída se produjo tras el trimestre más débil para el consumo personal desde el inicio de la pandemia.
La escasa demanda y la reducción de la cartera de pedidos ayudan a explicar el ritmo acelerado de descenso del empleo en las fábricas. El índice del ISM cayó a su nivel más bajo en tres meses. Además, se ha contraído durante cinco meses consecutivos.
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Mientras tanto, el aumento de los costos de los materiales sigue siendo un problema para los productores, según la encuesta del ISM. El índice de precios del grupo subió ligeramente a 69,7, cerca del nivel más alto desde junio de 2022.
Los índices de importación y exportación también se contrajeron, pero a un ritmo más lento. El indicador de importaciones subió 7,5 puntos, el mayor aumento en cinco años, tras caer un mes antes.
La producción fabril pasó a territorio de expansión en junio, después de contraerse durante tres meses.
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