Bloomberg — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso un arancel del 80% a China antes de las negociaciones que comenzarán el sábado e instó a Pekín a hacer más para abrir sus mercados a los productos estadounidenses.
“¡Un arancel del 80% a China me parece correcto! ¡A Scott B!”, dijo Trump en una publicación en redes sociales el viernes por la mañana, refiriéndose al secretario del Tesoro, Scott Bessent.
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“CHINA DEBERÍA ABRIR SU MERCADO A EE.UU. ¡LES SERÍA MUY BUENO! ¡LOS MERCADOS CERRADOS YA NO FUNCIONAN!”, escribió en otra publicación.
Bessent y el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, se disponen a iniciar este fin de semana en Suiza conversaciones con el viceprimer ministro chino, He Lifeng, en las primeras discusiones públicas entre las dos mayores economías del mundo sobre la desactivación de una guerra comercial que ha visto a Trump imponer aranceles del 145% a China y a Beijing tomar represalias con aranceles del 125% sobre muchos productos estadounidenses.
Los comentarios de Trump brindaron una dura dosis de realidad a los inversores que habían estado anticipando el inicio de las negociaciones entre los dos países y ansiosos por cualquier señal de que el presidente estadounidense buscará una salida para aliviar una guerra comercial que ha sacudido los mercados de acciones y bonos y aumentado los riesgos de una recesión global.
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Los futuros del S&P 500 se tornaron negativos brevemente y, aunque volvieron a ser positivos, se encuentran muy lejos de los máximos de la sesión. Las acciones europeas recortaron sus ganancias y el peso mexicano revirtió sus ganancias. Los rendimientos de los bonos estadounidenses a dos años cayeron.
Trump impuso altos aranceles a docenas de países en abril, solo para suspender rápidamente esos impuestos a la importación y dar a sus socios comerciales un plazo de 90 días para negociar acuerdos con su administración. El jueves, Trump promocionó el primero de esos acuerdos con el Reino Unido, aunque este pareció estar muy lejos del pacto “completo e integral” que había prometido, ya que muchos de los detalles cruciales quedaron pendientes para futuras negociaciones.
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Las conversaciones con China prometen ser aún más complicadas. A principios de esta semana, Trump descartó una reducción preventiva de impuestos a China para impulsar las negociaciones.
Si bien Trump ha dicho que está dispuesto a reducir los aranceles a China en algún momento, el presidente y sus asesores han dicho que los consumidores estadounidenses están dispuestos a soportar las disrupciones de la guerra comercial en forma de precios más altos y menos opciones para permitir que su intento de traer más empleos manufactureros al país tenga éxito.
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