Bloomberg — Una tregua comercial temporal entre las dos mayores economías del mundo ha provocado un brusco rebote en los puertos y las fábricas chinas.
En la semana que comenzó el 12 de mayo, cuando EE.UU. y China acordaron reducir drásticamente los aranceles durante 90 días, las reservas en cargueros con destino a las costas de EE.UU. desde China se duplicaron con creces con respecto a la semana anterior, hasta alcanzar cerca de 228.000 TEU, o unidades equivalentes de veinte pies, según muestran los datos de la plataforma de seguimiento de contenedores Vizion y del proveedor de datos Dun & Bradstreet.
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Los precios del espacio en los buques que cruzan el Pacífico hacia EE.UU. también subieron, con las tarifas al contado de Shanghái a Los Ángeles saltando alrededor del 16%, el mayor aumento para la ruta este año, a US$3.136 por unidad equivalente a cuarenta pies para la semana que terminó el 15 de mayo, según el Índice Mundial de Contenedores Drewry. El índice compuesto mundial también registró la mayor subida de este año.
Y la demanda no fue sólo por mar: El número de vuelos internacionales de carga aérea aumentó casi un 18%, según los datos publicados por el Ministerio de Transporte chino.
El aumento es probablemente una oleada de carga anticipada, ya que la tregua comercial abre una ventana para evitar los fuertes aranceles de EE.UU., dijo Jayendu Krishna, CEO de Drewry Maritime Services. También es una temporada importante de compras para las fiestas: los artículos tardan aproximadamente un mes en llegar a Estados Unidos y los minoristas están agotando rápidamente el inventario que tenían a mano a la espera de alguna certidumbre comercial.
“Es probable que el actual aumento de las reservas provoque interrupciones en la cadena de suministro durante los próximos dos o tres meses, a menos que se produzca otro choque arancelario por parte del Sr. Trump”, dijo Krishna.
Las reservas de barcos deben ser cubiertas por fábricas como la del CEO de la cadena de suministro Chen Lei, que fabrica diversos tipos de electrodomésticos, desde cafeteras y tostadoras hasta planchas y humidificadores. El fabricante con sede en Guangdong donde trabaja Chen cuenta entre sus clientes a Royal Philips NV y Walmart Inc. (WMT) y ha recibido una avalancha de peticiones de EE.UU. para reanudar la producción de los pedidos que quedaron en suspenso en abril.
“Las máquinas de las fábricas trabajan ahora sin parar”, dijo Chen, “90 días es muy poco tiempo. La producción, el envío... no podemos esperar ni un minuto”.
A.P. Moller-Maersk A/S, un importante transatlántico de contenedores que también es uno de los mayores en la ruta transpacífica, volvió a añadir capacidad después de ver un aumento de las reservas cuando se anunció la tregua, según dijo un portavoz.
Incluso con el impulso de la actividad de semanas anteriores, el nivel general de envíos se mantiene en línea con el de esta época el año pasado. Eso demuestra que muchos minoristas o bien no están haciendo los pedidos en la misma medida, a la espera de más certidumbre, o quizá ya se han aprovisionado a principios de año.
Las navieras también estaban volviendo a poner en línea la capacidad no utilizada ya en estas rutas, con la cuota de salidas anuladas bajando al 13% a 26 de mayo, frente al 25% de una semana antes, según muestran los datos de HSBC y Flexport.
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Una avalancha de cifras comerciales procedentes de toda Asia esta semana muestran el caos que las políticas de Trump han provocado este año.
En Corea del Sur, el valor de las exportaciones cayó un 2,4% en los primeros 20 días de mayo con respecto al año anterior, y los envíos a EE.UU. descendieron cerca de un 15%. Las exportaciones japonesas aumentaron sólo un 2% en abril, el crecimiento más débil en siete meses, según los datos publicados el miércoles.
Con la ayuda de Daniela Wei.
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