Bloomberg — Las empresas japonesas aumentaron la inversión de capital a un ritmo más rápido en el primer trimestre de este año, justo cuando la administración Trump pregonaba la próxima campaña arancelaria que arrancó en marzo.
El gasto de capital en bienes, excluyendo el software, aumentó un 1,8% en los tres meses hasta marzo respecto al trimestre anterior, cuando tales desembolsos subieron un 1,3%, según informó el lunes el Ministerio de Finanzas. La lectura contrasta con el aumento del 1,4% de la inversión empresarial que figura en la lectura preliminar del producto interior bruto de Japón. Los últimos datos se tendrán en cuenta en un informe revisado del PIB que se publicará el 9 de junio.
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En comparación con hace un año, la inversión, incluido el software, aumentó un 6,4%, superando la estimación media de un aumento del 3,8%. Los beneficios aumentaron un 3,8% respecto al año anterior y las ventas avanzaron un 4,3%.
El gasto empresarial es la clave del crecimiento económico del país, ya que la inflación mantiene a raya el gasto de los hogares y la campaña arancelaria de Donald Trump enturbia las perspectivas comerciales. Los datos se utilizarán para revisar el informe del PIB del primer trimestre después de que la lectura preliminar mostrara una contracción impulsada por las débiles cifras comerciales y el estancamiento del consumo.
“Habrá poco impacto en las cifras revisadas del PIB”, dijo Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin. “Creo que los resultados del PIB seguirán siendo negativos, ya que el consumo sigue luchando y los aranceles golpean a las exportaciones. Espero que el crecimiento negativo continúe en el periodo abril-junio”.
Tanto el valor de las ventas como la inversión de capital alcanzaron niveles récord, y las empresas alimentarias y siderúrgicas aumentaron los desembolsos para aumentar la capacidad de producción, según un funcionario del ministerio.
Se espera que los aranceles hagan mella en la competitividad de los exportadores y puedan reducir su disposición a invertir en instalaciones y aumentar los salarios. En marzo entró en vigor un arancel del 25% sobre el acero y el aluminio, seguido de la imposición de un gravamen con la misma tasa sobre los automóviles y un impuesto general del 10% a partir de abril. El arancel general aumentará al 24% a principios de julio, salvo que se alcance un acuerdo comercial.
“Creo que la inversión de capital en maquinaria se está ralentizando”, dijo Minami. “El impacto de los aranceles será más claro en el periodo abril-junio, así que no creo que veamos una mejora en las cifras de inversión de capital”.
Es probable que los mayores fabricantes de automóviles de Japón reciban un golpe de más de US$19.000 millones por los aranceles, ya que dependen en gran medida del mercado estadounidense. Toyota Motor Corp (TM), el mayor fabricante de automóviles del mundo, sufrirá probablemente el peor golpe.
Los datos del lunes llegan mientras el gobierno intensifica una campaña para fomentar la inversión empresarial. Un panel de expertos del Ministerio de Economía, Comercio e Industria recomendó que cuando las empresas tengan fondos excedentes a mano, canalicen el dinero hacia la inversión de capital en lugar de la recompra de acciones, según un informe provisional.
El Banco de Japón dijo el 1 de mayo que es probable que la ralentización de las economías de ultramar lastre las exportaciones y la producción, provocando una desaceleración de la inversión empresarial. Dijo que se espera que las empresas mantengan la inversión para hacer frente a la escasez de mano de obra y para mejorar la digitalización y la descarbonización.
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Japón sigue buscando indultos a los aranceles estadounidenses, mientras que el Reino Unido llegó a un acuerdo y China acordó una tregua arancelaria con Trump. El principal negociador comercial de Japón, Ryosei Akazawa, declaró durante el fin de semana que la última ronda de conversaciones con la administración Trump ha puesto a las dos naciones en la senda de un acuerdo ya este mes. Akazawa podría regresar a EE.UU. esta semana, según la NHK.
En casa, el gobierno del primer ministro Shigeru Ishiba aprobó la semana pasada una medida de emergencia para ayudar a las empresas y a los hogares a hacer frente al impacto de los aranceles.
Con la colaboración de Takashi Umekawa.
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