Bloomberg — Israel tomará el control de toda la Franja de Gaza, declaró el lunes el primer ministro Benjamin Netanyahu, mientras el ejército anunciaba que llevaría a cabo un “ataque sin precedentes” contra Hamás.
Netanyahu dijo que, junto con el aumento de los ataques, Israel volvería a permitir la entrada de ayuda en Gaza tras haberla interrumpido a principios de marzo en un intento de que Hamás liberara a los rehenes y se rindiera.
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La presión internacional ha aumentado sobre Israel para que reanude la ayuda. Naciones Unidas afirma que la desnutrición está empeorando y la semana pasada el presidente de Francia, Emmanuel Macron, acusó a Netanyahu de un comportamiento “vergonzoso” al bloquear la ayuda.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, jefe del partido Sionismo Religioso, que en el pasado se había opuesto a reiniciar la ayuda, dijo el lunes que no había elección, “de lo contrario, el mundo nos obligará a detener la guerra”. También dijo que los militares están operando ahora con mucha mayor intensidad.
“Esta vez, el método operativo es completamente diferente: no se trata de incursiones, sino de ocupar, limpiar y mantener el territorio hasta destruir a Hamás”, dijo Smotrich. “Por el camino, estamos destruyendo todo lo que queda de la Franja de Gaza, porque todo allí es una gran ciudad del terror”.
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Según la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria, cuyas evaluaciones son utilizadas para la planificación por la ONU y las organizaciones internacionales de ayuda, alrededor de 1,6 millones de los 2 millones de habitantes de Gaza se enfrentan actualmente a una emergencia en cuanto a la disponibilidad de alimentos.
Israel niega que haya una escasez significativa de alimentos. Pero Netanyahu dijo que necesitaba permitir la entrada de ayuda para detener la aparición del hambre, y añadió que los senadores estadounidenses que apoyan a Israel le habían instado a hacerlo.
La decisión de Netanyahu de reanudar los flujos de ayuda no es universalmente popular en Israel, especialmente entre los miembros de extrema derecha de su coalición. Creen que la ayuda debe permanecer bloqueada para evitar que Hamás utilice los suministros de alimentos y medicinas para financiar y reforzar su esfuerzo bélico.
Netanyahu dijo que las Fuerzas de Defensa de Israel le recomendaron que tomara la medida.
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En un principio, Israel había dicho que reanudaría la ayuda una vez que pudiera establecer zonas de distribución seguras que impidieran a Hamás robar los suministros.
Sin embargo, este mecanismo solo comenzará alrededor del 25 de mayo, hasta que se establezca un acuerdo provisional, dijo Caroline Glick, asesora de asuntos internacionales del primer ministro, en una entrevista telefónica.
“Tenemos una medida provisional para una semana porque, aunque no hay hambruna ni escasez crítica, se está acercando y no queremos llegar a una línea roja”, dijo Glick. “Vamos a asegurarnos de que nadie pase hambre en Gaza. Habrá cocinas móviles”.
El ministerio israelí de Asuntos Exteriores dijo en una conferencia de prensa en Jerusalén que los primeros artículos que se dirigen hacia allí son alimentos para bebés, suministros médicos y harina para las panaderías gestionadas por organizaciones internacionales.
Las FDI están pidiendo a los palestinos de Jan Yunis, una de las ciudades más grandes de Gaza, y de otras dos zonas cercanas que se marchen inmediatamente, en previsión de un ataque.
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El domingo, las FDI dijeron que estaban preparadas para ordenar la entrada de tanques y tropas en las partes no conquistadas de la Franja de Gaza en un intento total de destruir a Hamás, que aún mantiene 58 rehenes. La operación implica a decenas de miles de soldados.
Ira internacional
La decisión de intensificar las operaciones ha enfurecido a muchos Estados árabes y países europeos. Temen que aumente significativamente el número de muertos en Gaza y prolongue la guerra, que ya dura casi 20 meses.
Hamás, designada organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, desencadenó el conflicto cuando atacó el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 desde Gaza. Mató a 1.200 personas y tomó a 250 como rehenes.
La ofensiva israelí ha matado a más de 53.000 personas en Gaza, según el Ministerio de Sanidad del territorio palestino, dirigido por Hamás.
Israel y Hamás siguen negociando a través de mediadores como Estados Unidos, Qatar y Egipto. Israel ha señalado que podría aceptar una propuesta de Steve Witkoff, el principal enviado del presidente estadounidense Donald Trump para Oriente Próximo, que liberaría a unos 10 rehenes a cambio de una tregua de entre seis semanas y dos meses.
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