Bloomberg — El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió su plan para un barrido final contra los bastiones de Hamás en Gaza ante la intensa condena tanto en su país como en el extranjero, describiéndolo como la mejor posibilidad para poner fin a la guerra rápidamente y recuperar a los rehenes con vida.
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En declaraciones a periodistas extranjeros dos días después de que su gabinete de seguridad aprobara el plan, Netanyahu se negó a dar un cronograma para la operación, diciendo únicamente que sería “bastante rápida” y que no permitiría que el país entrara en una guerra de desgaste.
“Contrariamente a las falsas afirmaciones, esta es la mejor forma de poner fin a la guerra”, dijo, añadiendo que antes de que los militares entren en acción, los casi un millón de civiles que viven en la ciudad de Gaza y sus alrededores serán trasladados a un lugar seguro más al sur.
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El primer ministro reiteró la posición de Israel de que no tiene una política deliberada de hambre para Gaza, pero reconoció que ha habido privaciones en el enclave.
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