Xi evalúa un nuevo plan “Made in China” pese al reequilibrio que busca EE.UU.

Los funcionarios están elaborando planes para una futura versión de la emblemática campaña “Made in China 2025″ de Xi, según las personas, que pidieron no ser identificadas al hablar de deliberaciones que no son públicas.

China registra un déficit presupuestario récord ante oleada de gasto en medio de aranceles
Por Bloomberg News
26 de mayo, 2025 | 03:43 AM

Bloomberg — El Gobierno del presidente Xi Jinping está considerando una nueva versión de su plan maestro para impulsar la producción de bienes tecnológicos de alta gama, según personas familiarizadas con el asunto, lo que indica su intención de mantener un firme control sobre la fabricación, mientras el presidente Donald Trump busca traer más fábricas de vuelta a Estados Unidos.

Los funcionarios están elaborando planes para una futura versión de la emblemática campaña “Made in China 2025″ de Xi, según las personas, que pidieron no ser identificadas al hablar de deliberaciones que no son públicas. El plan para la próxima década daría prioridad a la tecnología, incluyendo los equipos de fabricación de chips, dijo una de las personas, añadiendo que podría no llevar un nombre similar para evitar críticas de los países occidentales.

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Los responsables políticos que están preparando por separado el próximo Plan Quinquenal de Pekín, que comenzará en 2026, pretenden mantener la cuota de la industria manufacturera en el producto interior bruto en un nivel estable a medio y largo plazo, según una de las personas, lo que subraya lo difícil que puede resultar el reequilibrio de la economía china que busca Estados Unidos.

Como parte de las deliberaciones, los funcionarios han debatido si el próximo Plan Quinquenal debería incluir un objetivo numérico para el consumo en términos de su participación en el PIB de China, según la persona. Actualmente se inclinan por no hacerlo, ya que las autoridades temen carecer de herramientas eficaces para estimular el gasto de los hogares y son reacias a comprometerse con una cifra concreta, según la persona.

El contenido de estos planes aún se está debatiendo y podría sufrir cambios sustanciales antes de su publicación. El Plan Quinquenal se hará público en la próxima sesión legislativa anual, en marzo de 2026, mientras que el próximo plan para la industria manufacturera podría darse a conocer en cualquier momento, antes o después de esa reunión, según una de las personas.

La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el principal organismo de planificación económica de China, conocido como NDRC, no respondió a las preguntas de Bloomberg sobre los planes.

Aun así, los debates actuales en Pekín indican que China tiene previsto mantener en gran medida una estrategia general criticada por Estados Unidos y Europa por alimentar los desequilibrios comerciales. Esta ha sido una característica de las negociaciones comerciales con Estados Unidos, que en abril aumentó los aranceles a China hasta el 145%, antes de reducir el tipo medio a aproximadamente el 40 % tras las conversaciones celebradas en Ginebra a principios de este mes.

La Administración Trump pretende impulsar el consumo en China y, al mismo tiempo, utilizar los controles a la exportación y los aranceles para llevar a cabo una “desconexión estratégica” como parte de sus esfuerzos por lograr la autosuficiencia de Estados Unidos en ámbitos como el acero, la medicina y los semiconductores. La resistencia de Pekín a estas demandas, entre otras cosas, manteniendo los controles sobre el suministro de tierras raras, refleja sus propias preocupaciones en materia de seguridad nacional y los esfuerzos de Estados Unidos por impedir que China reciba chips avanzados y otras tecnologías.

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“Podríamos concebiblemente, al margen de los materiales estratégicos, hacer esto juntos”, declaró el secretario del Tesoro, Scott Bessent, a la CNBC el 12 de mayo. “Necesitamos más fabricación, ellos necesitan más consumo. Así que hay una oportunidad de reequilibrar juntos, así que veremos si es posible”.

Estimulación del consumo

Los líderes chinos han hablado de la necesidad de estimular el consumo para evitar una espiral deflacionaria y compensar la caída prevista de las exportaciones debido a los aranceles de Trump. En la sesión de la Asamblea Popular Nacional celebrada en marzo de este año, el primer ministro Li Qiang afirmó que “impulsar enérgicamente el consumo” era la máxima prioridad del Gobierno para este año e instó a los funcionarios a hacer más para “convertir la demanda interna en el principal motor y ancla del crecimiento económico”.

Sin embargo, desde entonces, los funcionarios han tomado pocas medidas concretas para impulsar el consumo, a la espera de ver si sus planes de gasto son suficientes para alcanzar el objetivo de crecimiento de “alrededor del 5%” para este año. Los responsables políticos chinos siguen considerando el sector manufacturero como fundamental para la seguridad nacional y la creación de empleo, y el avance de DeepSeek en inteligencia artificial a principios de este año ha reforzado la confianza en que su estrategia está funcionando.

“Debemos seguir fortaleciendo el sector manufacturero, adherirnos a los principios de autosuficiencia y superación, y dominar las tecnologías clave”, afirmó Xi el 19 de mayo durante una visita a una fábrica de rodamientos en la provincia interior de Henan.

El consumo representa alrededor del 40% del producto interior bruto de China, frente al 50%-70% de las economías más desarrolladas, lo que provoca desequilibrios persistentes y tensiones comerciales. La inversión, incluida la del sector manufacturero, también representa alrededor del 40% de la economía, aproximadamente el doble que en Estados Unidos, y se sitúa en un nivel histórico en comparación con el resto del mundo.

El Gobierno de Xi publicó en 2015 el plan “Made in China 2025″, centrado en convertir a China en líder en todo, desde vehículos eléctricos y aviones comerciales hasta semiconductores y robots. El Consejo de Estado, que es básicamente el gabinete chino, se fijó entonces el objetivo de convertir al país en una potencia manufacturera mundial de “nivel medio” para 2035 y en una “gran potencia manufacturera” para 2049, coincidiendo con el centenario de la fundación de la República Popular China.

Las investigaciones de Bloomberg Economics y Bloomberg Intelligence muestran que el plan “Made in China 2025″ ha sido en gran medida un éxito: de las 13 tecnologías clave analizadas por los investigadores de Bloomberg, China ha alcanzado una posición de liderazgo mundial en cinco de ellas y está avanzando rápidamente en otras siete.

La iniciativa “Made in China” se centra específicamente en mejorar la industria manufacturera del país y reducir la dependencia de las tecnologías extranjeras a largo plazo. Por el contrario, los planes quinquenales son proyectos más amplios que orientan el desarrollo general del país y abarcan infraestructuras, medio ambiente y bienestar social.

El consumo de los hogares chinos como porcentaje del PIB es bajo. Se necesitan reformas en la distribución de la renta nacional para reequilibrar la economía.

La iniciativa “Made in China 2025″ se ha convertido en un tema delicado debido a la oposición en el extranjero. En los últimos años, Pekín ha evitado incluso mencionar el nombre del programa, al menos en el discurso oficial.

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En su lugar, Xi ha intensificado los llamamientos para fomentar “nuevas fuerzas productivas”, como los vehículos eléctricos, los paneles solares y las baterías. Según un informe publicado en marzo por un periódico supervisado por la NDRC, la promoción de nuevas fuerzas productivas es ahora el centro de la investigación de los organismos gubernamentales que elaboran el próximo Plan Quinquenal.

El trabajo de investigación tiene como objetivo romper los “cuellos de botella” que limitan el crecimiento de China, según el informe, y varios departamentos han destacado la importancia de los avances en tecnologías básicas como los semiconductores y los nuevos materiales energéticos. El segundo punto del programa es la búsqueda de una solución para hacer frente a la insuficiente demanda interna y la necesidad de potenciar el papel del consumo como motor del crecimiento económico, según el informe.

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