Bloomberg Línea — En las afueras de Abilene, una ciudad de 130.000 habitantes en el centro de Texas (EE.UU.), avanza la construcción de uno de los complejos tecnológicos más ambiciosos del mundo: un gigantesco centro de datos especializado en inteligencia artificial, con capacidad proyectada para alojar 400.000 unidades de procesamiento gráfico (GPU) y consumir hasta 1,2 gigavatios de energía.
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Concretamente, los actores principales de este proyecto son:
- Crusoe: Desarrollador y propietario de la infraestructura. Financia junto con Blue Owl Capital y otros. Ha migrado completamente de la minería de bitcoin a IA.
- Lancium: Inició el proyecto y sigue operando el campus, con foco en energía renovable.
- Oracle: Es el inquilino principal (arrendamiento a 15 años) y proveedor de infraestructura en la nube para OpenAI.
- OpenAI: Cliente final que utilizará esta capacidad para aliviar las limitaciones de cómputo que tenía incluso con Microsoft.
- Nvidia: Beneficiario principal por la venta de GPUs GB200 (400.000 unidades estimadas en total).
Esta semana, el bróker de origen suizo UBS publicó un informe contando los avances de este lugar.
El proyecto en cifras
El informe de UBS detalla que el complejo en construcción en Abilene podría convertirse en el sitio de IA más grande del planeta, superando incluso los desarrollos de xAI (de Elon Musk) en Memphis. Con una capacidad total prevista de 1,2 gigavatios, será capaz de albergar hasta 400.000 GPU Nvidia GB200 en una red interconectada. La primera fase, compuesta por dos edificios de 100 MW cada uno, podría activarse hacia fines de 2025.
Aunque el proyecto ha sufrido ciertos retrasos —principalmente por cuellos de botella en el suministro de transformadores eléctricos de media tensión y escasez de mano de obra calificada—, más de 2.200 trabajadores están activos en el sitio y se espera que el número supere los 5.000 en su punto máximo.
Una nueva alianza tecnológica
La relación directa entre Oracle y OpenAI representa un cambio de paradigma. Tradicionalmente, Microsoft ha sido el proveedor exclusivo de infraestructura para OpenAI, pero el crecimiento exponencial de la demanda de cómputo —particularmente desde marzo de 2025— llevó a OpenAI a buscar una vía adicional.
Oracle emerge como el nuevo socio estratégico a través de su infraestructura en la nube, OCI. Se estima que, una vez en funcionamiento, la primera fase del complejo generará más de US$2.000 millones anuales para Oracle. Esto podría ser clave para que la empresa alcance sus objetivos financieros hacia el año fiscal 2029.
Crusoe y Lancium, los desarrolladores silenciosos
Si bien los nombres de OpenAI y Oracle acaparan titulares, el músculo detrás del proyecto viene de la mano de Crusoe Energy Systems y Lancium. Esta última fue la que inició el desarrollo del sitio en 2021, posicionándose como pionera en infraestructuras de datos energéticamente sostenibles. Hoy, el lugar sigue llevando el nombre de “Lancium Clean Campus”.
Crusoe, por su parte, asumió la responsabilidad total del diseño, desarrollo y propiedad del centro de datos desde mediados de 2024. La empresa, que abandonó sus operaciones de minería de criptomonedas para enfocarse en IA, ha sido clave en la gestión del sitio. Aunque subcontrata gran parte del trabajo, su rol como integrador general es crucial.
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El financiamiento: fuera del radar de los grandes nombres
Uno de los hallazgos más reveladores del informe de UBS es que, pese a la asociación de marcas como SoftBank, Oracle y OpenAI con el llamado “Proyecto Stargate”, la financiación de Abilene proviene de una alianza diferente. La inversión de US$15.000 millones está siendo liderada por Crusoe junto a Blue Owl Capital y Primary Digital Infrastructure, con financiamiento estructurado por JPMorgan y Newmark.
Aunque OpenAI y Oracle se refieren al desarrollo de Abilene como “Stargate 1”, los US$15.000 millones anunciados en financiamiento provienen de Crusoe (una empresa privada) y Blue Owl Capital (además de Newmark y JPMorgan), no de los participantes de alto perfil del consorcio Stargate.
Implicancias para Nvidia y Microsoft
Nvidia se presenta como uno de los grandes beneficiarios. El total de GPU que el centro podría alojar —400.000— representaría un ingreso potencial de hasta US$25.000 millones para el fabricante, al considerar ingresos adicionales por componentes de red. Microsoft, en cambio, queda al margen. Aunque sigue gestionando parte de las cargas de inferencia para OpenAI, no tiene presencia en Abilene y, hasta ahora, no se han detectado traslados de cargas de trabajo desde Azure hacia Oracle.
Desafíos en el terreno
Abilene no fue diseñada para albergar un megaproyecto tecnológico. Las limitaciones locales en infraestructura, alojamiento, transporte y mano de obra han sido obstáculos considerables. El suministro de transformadores —muchos provenientes de China y afectados por problemas de calidad— ha sido uno de los principales factores de demora.
En cuanto al impacto de los nuevos aranceles a las importaciones, UBS concluye que no generarán retrasos significativos. La mayoría de los equipos ya han sido adquiridos, y los materiales sujetos a tarifas representan una porción relativamente menor del costo total del proyecto.
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¿Y si OpenAI se retira?
El centro de datos ha sido diseñado con flexibilidad. Si bien está optimizado para entrenamiento de modelos de IA, puede adaptarse fácilmente a tareas de inferencia o incluso ser alquilado a otros clientes. El único impedimento real sería la latencia para tareas de inferencia, dado lo remoto del lugar.
Próximos pasos y calendario
Según UBS, la primera tanda de GPU alrededor de 100.000 unidades— debería comenzar a operar entre el tercer y cuarto trimestre de 2025. Esto marcaría el inicio de ingresos para Oracle relacionados con OpenAI. La segunda fase, que añadiría otros seis edificios y 300.000 GPU entraría en operaciones recién en la segunda mitad de 2026.
El futuro inmediato del proyecto dependerá en gran parte de la superación de obstáculos logísticos y del ritmo de instalación de equipos críticos como transformadores y sistemas de refrigeración líquida.
Un cambio en el mapa de la IA
Lo que está ocurriendo en Abilene es más que una construcción de infraestructura tecnológica: es la encarnación de una nueva era para la inteligencia artificial. Aunque aún está en evolución, el proyecto revela cómo la colaboración entre empresas establecidas, startups especializadas y capital privado está redefiniendo el mapa del poder digital. Y si todo sale como lo previsto, este rincón remoto de Texas podría convertirse en el centro neurálgico de la IA global.