Intel suma US$25.000 millones en bolsa y vuelve a valores de la era puntocom

Las acciones del fabricante de chips han subido un 28% este mes gracias a la posible participación del gobierno de EE.UU. y a los planes con SoftBank.

La subida de Intel este mes se produjo después de un desplome a raíz de un decepcionante informe de beneficios el 24 de julio. Fotografía: David Paul Morris/Bloomberg
Por Ryan Vlastelica
19 de agosto, 2025 | 03:10 PM

Bloomberg — Tras meses de turbulencias, los alcistas de Intel Corp (INTC) por fin están siendo recompensados por su paciencia. Pero el repentino rebote de las acciones viene con un preocupante efecto secundario: una valoración tan alta que su precedente más reciente es de la era puntocom, hace más de dos décadas.

Las acciones del fabricante de chips en apuros han subido un 28% este mes, sumando unos US$25.000 millones en valor de mercado, gracias a los informes de que el gobierno estadounidense está en conversaciones para una posible participación en el capital, así como a los planes para una inversión de US$2.000 millones de la japonesa SoftBank Group Corp. El salto ha hecho que Intel cotice a 53 veces los beneficios previstos para los próximos 12 meses, el nivel más alto desde principios de 2002, según datos recopilados por Bloomberg.

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“La acción parece increíblemente cara aquí”, dijo Wayne Kaufman, analista jefe de mercado de Phoenix Financial Services. “Ese tipo de múltiplo es una apuesta a que el gobierno presionará tanto a los clientes de Intel que se convertirá en un ganador”.

La subida de Intel este mes se produjo después de un desplome a raíz de un decepcionante informe de beneficios el 24 de julio y de las críticas a Tan anteriormente por parte del presidente Donald Trump, que pidió que el CEO dimitiera, alegando conflictos de intereses. Tras reunirse con Tan el 11 de agosto, Trump cambió de tono y dijo que “el éxito y el ascenso de Tan es una historia asombrosa”.

Desde entonces, han circulado informes de que la administración Trump está en conversaciones para tomar una participación de alrededor del 10% en la empresa. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo este martes en una entrevista en la CNBC que las conversaciones tienen como objetivo convertir en acciones sin derecho a voto las subvenciones estadounidenses ya concedidas a Intel en virtud de la Ley de Chips y Ciencia.

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Por supuesto, los planes de EE.UU. respecto a Intel no se han concretado y aún podrían cambiar. Intel no respondió a una solicitud de comentarios.

Ver más: Tras semanas de tensión, el CEO de Intel consigue respaldo de Trump e inversión de SoftBank

Para Paul Nolte, estratega de mercado y gestor de patrimonios senior de Murphy & Sylvest Wealth Management, la posible implicación del gobierno podría beneficiar a Intel a corto plazo, pero puede suponer un riesgo a largo plazo.

“Esto me parece un camino fácil para entrar, pero difícil para salir”, dijo Nolte. “A fin de cuentas, esto plantea muchas más preguntas de las que responde”.

Mientras tanto, la elevada valoración de Intel es en gran medida un reflejo de lo mucho que se ha desplomado su rentabilidad en los últimos años.

Se prevé que Intel genere más de US$1.000 millones de beneficios ajustados en los próximos cuatro trimestres, después de perder unos US$1.300 millones en los cuatro anteriores, según datos recopilados por Bloomberg. De 2018 a 2021, la empresa generó más de US$20.000 millones de beneficios anuales de media.

Ver más: De Malasia a Silicon Valley: la apuesta que hizo multimillonario al CEO de Intel

Aún así, hay optimismo en que el CEO Lip-Bu Tan sea capaz de dar la vuelta a la situación. Gran parte de su atención se ha centrado en el recorte de costes, lo que ha mejorado las perspectivas de Intel de volver a la rentabilidad, pero ha suscitado preocupaciones de que el fabricante de chips pueda estar retirándose de la carrera por el liderazgo tecnológico. Parte de su esfuerzo también se ha centrado en la costosa ampliación de sus operaciones de fundición emprendida por su predecesor, Pat Gelsinger.

“Está claro que va a tardar varios años en empezar a funcionar realmente sin problemas”, afirmó Gerrit Smit, gestor principal de cartera del fondo Stonehage Fleming Global Best Ideas Equity. “Confiamos en él, pero creemos que tiene un largo camino por delante”.

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